Atracción (Pablo Gavi)

Cien.

Especial 100 capítulos.

10 años después...

En un hipotético futuro.

Narra Celia.

- Celia, te llaman por la línea dos. -me avisa Elisa, mi secretaria.

Llevo cuatro años trabajando en Movistar+.
Después del éxito de las tres temporadas del documental del Barça y después de conseguir esa sexta ansiada champions, decidí ponerme a estudiar periodismo a distancia.
Me había enamorado del fútbol a la vez que me enamoraba de alguien.
Y por la historia que había tenido con el club, me llamaron para hacer las prácticas en el canal y al terminarlas, me dieron un puesto fijo y a día de hoy soy jefa de producción y la cara visible de la Champions después de cada partido.

- ¿Dígame? -

- ¿Hablo con Celia Sanz? -

- Si, soy yo. -

- Le llamo del colegio los Rosales. Llamaba para comunicarle que su hijo Mateo ha robado un balón del almacén de Educación Física y le ha roto las gafas a una niña. -

Paso las manos por la cara. - Hemos decidido mandar al niño para casa lo que queda de día, si pudiera venir a buscarlo...-

- Si claro, ahora mismo voy a por él. -

Este niño va a acabar conmigo un día de estos.

Me levanto después de recogerlo todo y salgo de la oficina.

- Elisa, me tengo que ir, no vendré hasta mañana. -

- Vale Celia. Y que no sea nada lo de Mateo. -

Ruedo los ojos y salgo de la oficina.

Ya no solo es este niño, que le quiero más que a nada, es algo más.

Llevo unos días comiendo mal y con náuseas.

Me da que sé por dónde van los tiros.

Llego al colegio y aparco el coche en el primer sitio que encuentro. Me bajo y rápidamente entro en el colegio.

- Buenos días, vengo a por Mateo Páez, de segundo de primaria. - le digo a la secretaria.

Me mira por encima de sus gafas de lectura y me pone mala cara. - Cómo no, siempre el mismo. - dice mientras se levanta de su silla.

- ¿Perdona? -

- Le digo que se nota la mala educación que se le da en casa. Pero qué vamos a esperar teniendo un padre futbolista. -

- Mire señora, en parte usted come gracias al sueldo de mi marido, así que tenga más respeto. Y ahora bájeme a mi hijo o subo yo a buscarle. -

Como había alzado la voz, veo como se abre la puerta de la directora. - ¿Celia? -

- Mire María Jesús, no saco a mi hijo de su colegio porque estamos a mitad de curso, pero a la siguiente le saco y denuncio a esta mujer por difamación, y tenemos muy buenos abogados. -

- ¡Marisa! ¿Yo que le he dicho de ir hablando de los padres de los alumnos? Suba a buscar a Mateo y espéreme en mi despacho. -

La mujer se va asustada.

- Lo siento mucho Celia, no volverá a ocurrir. Es una señora mayor y ya sabe lo que le gusta el cotilleo.

- Sé lo que le gusta el cotilleo y sé que era sobre mi marido, así que con un poco más de respeto. Espero no tener que volver a tener esta conversación contigo.-