Squid Game (El Juego Del Calamar) Hwang Jun-ho

Capítulo 4

Gi-hun iba a prisa a la dirección que le habían mandado los oficiales pero no contaba con que la policía de tránsito lo detendría

-Oh carajo

Dijo la chica de copiloto haciendo su cuerpo pequeño esperando que no la vieran, tapo su cara del lado izquierdo con su cabello al ver al chico tierno compañero de Jun-ho quien tocaba la ventanilla de Gi-hun

-Señor iba a exceso de velocidad, por favor muéstrame su licencia

Sin mirarlo y sin decir una palabra le da el permiso cuando su teléfono sonó

-Song ¿Dónde estás, ya vienes? Seguirnos al tipo en un taxi, te mantendré informado

-Aun estoy en camino

-La multa por exceso de velocidad es de 60-....

No termino cuando Gi-hun arranco a velocidad ignorando la multa

-Oye eso fue muy rápido ¿Todo salió bien?

-Si. Tomo la multa y se fue. Pero no dijo ni una sola palabra

-¿Y no viste nada sospechoso, revisaste?

-No vi nada sospechoso. Nosé en qué trabaje aún que vi muchos celulares y tabletas

Jun-ho tomo el teléfono viendo el número de placa sintiendo algo sospechoso en el nombre

-Enserio Gi-hun, aveces pienso que tú y Jun-ho se volvieron locos. Sé que quieren parar esto pero parece imposible hacerlo

-Si no paramos todo eso, más personas van a morir

-Te recuerdo que en ese lugar muchas personas se mataron unas a otras solo por dinero. Si todavía están jugando ya lo habríamos encontrado

Cuándo llegó a la dirección simplemente se bajó de la camioneta dejando a la chica, busco a sus hombres pero no los encontró por ninguna parte. Los callejones estaban solos sin ningún rastro, solo le quedó volver al hotel donde vivía desde entonces

-¿Al menos tienes comida? Muero de hambre

-Puedo pedirte algo

-No es por nada pero si no llego a casa Jun-ho estará enojado. Me gusta cuando se enoja pero-....mejor ya no digo nada

Gi-hun abrió la puerta de un cuarto donde ambos se detuvieron de goleo al ver a un hombre alto de traje que les daba la espalda. Cuándo se dio la vuelta ambos supieron quién era inmediatamente, el tipo tomaba un jugo de cartón con paciencia y tranquilidad

-Cuanto tiempo señor Soung. Debió haber subido al avión aquel día

-Pero te vi ahí entonces cambie de opinión

-Veo que se a esfuerzo mucho por encontrarme

-Era para darte las gracias

-¿Darme las gracias?

-Por haberme invitado a jugar. Yo fui quien ganó y pude salir vivo con una fortuna. Así que darte las gracias sería lo más decente que puedo hacer

-Solo soy un simple mensajero que entrega las invitaciones

-Dime quién pidió que entregaras las invitaciones. Me gustaría poder conocerlo, tengo algo que decirle

-Si me da su mensaje yo se lo puedo comunicar

-No es algo que pueda discutir con un simple mensajero. Te aprovechas de gente que está desesperada y la estafas con juegos en las estaciones del metro. Alguien como tú no podría entender lo que estoy tratando de decir

-Señor Soung. ¿Usted cómo cree que llegue hasta donde estoy?

-No me importa saber cómo te convertiste en su perro. Yo hablaré con tu amo

Ambos tomaron asiento en los sillones con la mesa de centro separándolos

-Hace mucho que me retire de los juegos. Desde que era muy joven acarre y queme los cuerpos de los jugadores como ustedes señor Soung. Estás nos son personas, no son más que basura completamente inútiles para este mundo. Eso me repetía todos los días y trabaje duro durante años. Luego me dieron un arma y se volvió parte de mi. Sentí como si reconocieran mi existencia por primera vez. No recuerdo cuando fue pero....estaba por dispararle a un hombre que perdió en un juego, entonces me di cuenta que lo conocía. ¿Sabe quién era? Era mi papá. Mi papá estaba frente a mi de la nada, estaba llorando y suplicando desesperadamente que le perdonará la vida. Sin si quiera pensarlo le dispare en la frente y así supe que estaba hecho para este trabajo

-Da igual que mates a toda esa gente ahí adentro, o busques estafar gente en las estaciones del metro. Eso no va a cambiar que sigas siendo nada más que si maldito perro

-Señor Soung ¿Cree que por haber ganado los juegos usted se volvió especial para ellos?

-Alguien como tú nunca en su vida va a poner saber ni tampoco comprender lo que tuve que pasar ahí adentro para sobrevivir, y como es que se siente ser parte de eso

-Vamos a jugar un juego. Probablemente lo a visto en las películas, la ruleta rusa. Normalmente pones una bala en la pistola, giras el cilindro y disparas. Así tiene 1 probabilidad de 6 de morir, pero tiene 5 de 6 de sobrevivir. Pero me gustaría que tomáramos este juego más enserio. Porque usted es muy especial

-Basta de estupideces

-Nos vamos a turnar para disparar. Sin volver a girar el cilindro. La bala se va a disparar en las primeras 6 rondas y terminará el juego ¿Que dice?

Giro la pistola sobre la mesa dandole primero a Gi-hun y después al de traje

-Tengo mucha curiosidad de saber cómo salió vivo de ahí señor Soung. Teniendo en cuenta lo malo que fue jugando dacki

Se puso el arma en la boca y jalo el gatillo

-¿Que pasa? No me diga que está asustado. Ahora tiene 1 probabilidad de vivir y 2 de morir, una probabilidad alta si me pregunta. Es normal sentir miedo y pensar muchas cosas y puedo adivinar que está pensando ahora. La pistola está en mi mano, a la mierda con las reglas voy a disparar las veces que sean necesarias para volarle la cabeza a este idiota. Acerté ¿Verdad? Si enserio quiere conocer a la persona que está detrás de esto la clave está en mi bolsillo. Lo único que tiene que hacer es disparar y quitármela. Pero antes de hacerlo tiene que aceptar una cosa. Que usted es una basura igual que todos los otros, un pedazo de mierda que tuvo suerte y sigue aquí

Gi-hun tomo el arma jalando el gatillo pero no disparo, los 3 notaron que solamente faltaba un tiro por dar y ese tenía la bala

-¿Que pasa? ¿No me digas que estás asustado? Claro las reglas a la mierda, porque ahora sabes que con un solo disparo puedes volarme la cabeza. Pero antes, tienes que aceptar una cosa que tú pones una máscara y hacer lo que tú amo te dice que hagas. Comer, correr, incluso ladrar. Cómo el perro que eres

El de traje sonrió aceptando su destino, puso el arma en su barbilla y disparo sin miedo