anri x isagi

capitulo 38

La ruta de Akane y de la hermana de chigiri, la dejaré en un comentario ya para que les salga el link directo

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Después de un día lleno de emociones, Isagi decidió que necesitaba hablar con alguien que pudiera entenderlo, alguien que siempre veía la vida desde un ángulo único y lo hacía sentir en paz consigo mismo. Así que salió en busca de Bachira. Lo encontró en el gimnasio del hotel, completamente inmerso en su propio mundo, haciendo malabares con una pelota mientras tarareaba una melodía.

Bachira: (notando su presencia) "¡Yoichi! ¡Al fin aparecés! Te ves como si te hubiera atropellado un camión. ¿Todo bien?"

Isagi: (suspirando mientras se sienta en un banco cercano) "No, no del todo… ¿Podemos hablar un rato? Necesito despejar mi mente."

Bachira: (deteniendo la pelota con el pie) "¡Siempre! Vení, largá todo acá. Soy un gran oyente… y un gran pateador si necesitás que te despierten las ideas."

Isagi no pudo evitar sonreír levemente ante el comentario, pero su expresión rápidamente volvió a la seriedad.

Isagi: (mirando al suelo) "Es complicado, Meguru. Todo se siente como un caos. Tengo el fútbol, lo de Anri, Akane… Siento que mi cabeza no para de girar, y no sé cómo manejar todo esto."

Bachira: (alzando una ceja) "¿Akane? ¿Te referís a la hermana de Rin? ¿Qué pasó con ella? ¿Te hizo algo raro?"

Isagi: (sacudiendo la cabeza) "No, no es eso. Es solo que… cuando estoy con ella, todo se siente más… claro. Como si las cosas dejaran de ser tan confusas. Pero al mismo tiempo, eso me confunde aún más."

Bachira: (sonriendo) "Hmm, suena interesante. ¿Te gusta, Yoichi? Admitilo, no pasa nada."

Isagi: (sonrojándose) "¡No! ¡No es eso! Es solo que… ella me hace sentir algo diferente. Algo que no entiendo todavía."

Bachira: (riendo mientras rueda la pelota entre sus manos) "Bueno, no te preocupes, loco. A veces no tenés que entender todo en este momento. Dejalas ser, esas cosas se aclaran solas."

Isagi asintió, pero su mente estaba lejos de estar tranquila. Después de unos segundos de silencio, levantó la mirada hacia Bachira.

Isagi: "Sobre Anri… Quiero contarte algo."

Bachira: (deteniéndose) "Dale, largá todo. ¿Qué pasó con ella?"

Isagi: (suspirando profundamente) "Después de lo que pasó con Nagi… ella vino a buscarme. Me pidió perdón. Dijo que se sentía sola, que pensó que yo no le prestaba atención… Pero no sé cómo sentirme con todo esto."

Bachira se cruzó de brazos, escuchando atentamente mientras asentía.

Bachira: "¿Y vos? ¿Cómo te sentís con ella? Más allá de lo que pasó, ¿querés seguir con ella?"

Isagi: (mordiéndose el labio) "Eso es lo que me tiene confundido. La quiero, pero… lo que hizo me dolió demasiado. No sé si puedo volver a confiar en ella como antes."

Bachira: (pensativo) "Mirá, Yoichi. Nadie dice que tengas que decidir todo ya. Si necesitás tiempo, tomalo. A veces, cuando las cosas se complican demasiado, lo mejor es dar un paso atrás y concentrarte en lo que de verdad te hace feliz. Todo lo demás puede esperar."

Las palabras de Bachira resonaron en Isagi como un eco. Había estado tan atrapado en su propia mente que no se había permitido dar ese paso atrás.

Isagi: (sonriendo levemente) "Gracias, Meguru. Siempre lográs poner las cosas en perspectiva."

Bachira: (riendo mientras se pone de pie) "¡Es mi especialidad! Y si necesitás distraerte, siempre estoy disponible para jugar un rato. Aunque claro, ya sabés que no te voy a dejar ganarme."

Ambos rieron, y por primera vez en días, Isagi sintió que una pequeña parte del peso en su pecho se aliviaba.

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Esa noche, de vuelta en su habitación, Isagi se recostó en la cama y cerró los ojos, dejando que las palabras de Bachira revolotearan en su mente. Tal vez tenía razón. Quizá estaba intentando lidiar con demasiadas cosas al mismo tiempo.

Su mente viajó hacia Anri. Recordó su abrazo, sus lágrimas y sus disculpas. Había sido sincera, pero eso no borraba el dolor que sentía. Era como una herida que aún no estaba lista para sanar.

Luego, como un rayo de luz, apareció la imagen de Akane en su mente. Recordó su sonrisa cálida, la forma en que lo miraba con tranquilidad, como si todo fuera más simple a su lado.

Isagi (pensando): "Ella… Es diferente. Es como si, cada vez que hablo con Akane, el mundo se volviera menos caótico."

Suspiró, mirando al techo. Quizá no era justo comparar a Anri con Akane, pero no podía evitar sentir que con Akane había algo más… algo que lo hacía querer ser mejor.

Isagi (pensando): "Tal vez lo que necesito ahora no es aferrarme al pasado, sino encontrar una nueva luz. Algo que me motive a seguir adelante."

Se sentó en la cama, sintiendo una determinación renovada. No podía descuidar el fútbol, su verdadera pasión, pero también debía permitirse ser humano, tener emociones, dudas y momentos de claridad.

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A la mañana siguiente, Isagi decidió salir al campo de entrenamiento antes que nadie. Tomó su uniforme y se dirigió a las instalaciones con una mezcla de ansiedad y energía. Allí, bajo el cielo despejado, comenzó a practicar. Cada toque al balón era una forma de liberar la tensión que llevaba acumulada.

Mientras corría y chutaba, pensó en Anri, en Akane, en su equipo, y en todo lo que lo había llevado hasta aquí. Estaba lejos de ser perfecto, pero estaba dispuesto a intentarlo.

Por ahora, decidió que le daría tiempo a todo lo demás: a su relación con Anri, a lo que sentía por Akane, y a entender lo que realmente quería. Pero había algo que no podía esperar: darlo todo en el próximo partido.

El fútbol siempre había sido su refugio, y ahora más que nunca, necesitaba aferrarse a ello para encontrar su propio camino.

Continuará...