capitulo 35

626 17 20
                                    

Este capítulo es cine muchachos

___

Japón había celebrado su reciente victoria en el vestuario, pero Ego insistió en que los jugadores debían desconectar y recuperar energías. Así que, como recompensa, decidió que saldrían a cenar a un restaurante de renombre en Córdoba, Argentina. El equipo se cambió rápidamente y abordó el autobús que los llevó al lugar.

El restaurante estaba lleno de vida. Las mesas estaban decoradas con colores vivos y las paredes exhibían fotos de momentos históricos del fútbol argentino. Algunos comensales reconocieron a los jugadores japoneses y les lanzaron sonrisas y saludos de ánimo.

Bachira: ¡Mirá esto, Isagi! ¡Esta comida se ve increíble!

Isagi: (mirando el menú) Sí... aunque no entiendo mucho de lo que dice.

Rin: (serio, pero con un tono de orgullo) Es típico de Argentina. Disfruten porque no vamos a comer esto todos los días.

Nagi: (mirando con desinterés) Mientras no sea algo que tenga que cortar yo, todo bien.

Chigiri: ¡No seas tan flojo, Nagi! Es una cena de celebración, disfrutala un poco.

El grupo comenzó a pedir platos como empanadas, asado, y una variedad de guarniciones. La mesa estaba repleta de comida, y por un momento, el equipo dejó de pensar en el fútbol para simplemente disfrutar del ambiente.

Barou: (cortando un trozo de carne) Esto está muy bien, pero no olviden que mañana volvemos al trabajo.

Bachira: (sonriendo mientras agarra un vaso de gaseosa) ¡Ay, Barou! Siempre tan intenso. Relajate un poco.

Isagi: (riendo suavemente) Tiene razón, Bachira. Aunque hay que admitir que esta cena es un buen momento para desconectar.

Todos rieron mientras continuaban comiendo, pero Isagi, aunque estaba presente físicamente, no podía evitar sentirse distante. Su mente estaba enredada en todo lo que había pasado: la situación con Nagi, su creciente desconfianza en Anri, y la presión del torneo. Apenas hablaba y movía la comida en su plato.

Anri, quien también estaba presente, notó su actitud.

Anri: (acercándose a Isagi) Oye, Yoichi, ¿estás bien?

Isagi: (sacudiendo la cabeza y forzando una sonrisa) Sí, estoy bien.

Anri: (insistiendo) No me mientas. Desde lo de Nagi, parece que te has distanciado.

Isagi: (soltando el tenedor con frustración) Es que... no puedo simplemente ignorarlo, ¿entendés?

Anri: Yoichi, sé que fue un malentendido. Pero quiero que entiendas que no hay razón para enojarte tanto. Vos y yo no somos... nada.

La palabra "nada" resonó en la cabeza de Isagi. Esa declaración, aunque honesta, lo golpeó más de lo que esperaba. Se levantó de la mesa sin decir nada y salió del restaurante.

Rin: (notando que Isagi se va) ¿A dónde va este ahora?

Chigiri: ¿Deberíamos seguirlo?

Bachira: No, déjenlo. Isagi necesita un tiempo a solas.

Isagi caminó por las calles de Córdoba, sintiendo que su mundo se derrumbaba. Sus emociones estaban desbordadas, y las luces de la ciudad parecían no ofrecerle ningún consuelo.

___

Mientras Isagi deambulaba sin rumbo, una voz femenina lo sacó de sus pensamientos.

Akane: ¡Isagi!

Él volteó, confundido al principio, pero luego reconoció a Akane, la hermana de Rin.

Isagi: (sorprendido) ¿Akane? ¿Qué hacés acá?

Akane: Vine con mi mamá para ver el torneo. ¿Vos qué hacés solo por acá?

Isagi: Solo necesitaba caminar... pensar un poco.

Akane: (notando su rostro cansado) ¿Te pasó algo? Parecés... abatido.

Isagi: (dudando un momento, pero suspirando al final) Sí, pero no quiero hablar de eso ahora.

Akane: (sonriendo con suavidad) Bueno, si no querés hablar, al menos dejame acompañarte.

Ambos comenzaron a caminar por las calles de la ciudad. Akane intentó aliviar la tensión contando anécdotas graciosas de su infancia con Rin, lo que logró sacar una pequeña sonrisa de Isagi.

Akane: ¿Sabés? Siempre admiré cómo jugás. Rin también, aunque no lo diga.

Isagi: (riendo ligeramente) No estoy tan seguro de eso.

Akane: Créeme. Mi hermano no es bueno expresando sus sentimientos, pero sé que te respeta.

Después de un rato, Akane sugirió que fueran al hotel donde se hospedaba con su madre.

Akane: Mi mamá te quiere conocer. Estoy segura de que te va a levantar el ánimo.

Isagi aceptó y, al llegar al hotel, fue recibido por una mujer de mirada amable y cálida.

Madre de Akane: (con una sonrisa) Así que vos sos Yoichi Isagi. Akane me habló mucho de vos.

Isagi: (inclinándose levemente) Un gusto conocerla.

La madre de Akane los dejó solos en la sala para que conversaran. Isagi, por primera vez en horas, comenzó a relajarse, hablando con Akane de temas triviales, alejados del fútbol.

El cansancio los venció, y ambos se quedaron dormidos en el sofá. Akane apoyó su cabeza en el hombro de Isagi, mientras él, inconscientemente, la rodeó con un brazo.

La madre de Akane pasó por la sala y los vio. Sin poder evitarlo, sacó su teléfono y tomó una foto de la escena.

Madre de Akane: (en voz baja) Qué lindos se ven juntos.

La noche, al menos para Isagi, parecía terminar con un poco de paz.

Continuará...

anri x isagi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora