anri x isagi

capitulo 30

Por mí error del cap 29 les dejo este cap

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Isagi estaba sentado en el comedor del hotel, mirando distraídamente su plato medio vacío mientras los demás terminaban su almuerzo. Rin se acercó y, sin pedir permiso, se sentó frente a él. Su expresión seria parecía indicar que tenía algo importante que decir.

Rin: Isagi, tenemos que hablar.

Isagi: (levantando la vista) ¿Sobre qué?

Rin: (mirando alrededor para asegurarse de que nadie más lo escuchaba) Sobre algo personal.

Isagi arqueó una ceja, curioso. Rin no era del tipo de persona que compartía cosas personales.

Isagi: Bueno, adelante.

Rin: Tengo una hermana.

Isagi: (parpadeando sorprendido) ¿Eh? Pero si ya sé que tenés a Sae...

Rin: (interrumpiendo) No, no hablo de Sae. Es una hermana que tengo de parte de mi padre, pero... no crecimos juntos. Tiene 17 años.

Isagi quedó mudo por un momento, procesando lo que Rin acababa de confesar.

Isagi: (incrédulo) ¿Cómo que tenés una hermana y recién me lo contás ahora?

Rin: (suspirando) Porque no es algo que vaya contando por ahí. Apenas la conocí hace un par de años. Mi viejo nunca nos dijo nada, y cuando lo supe, ya era tarde para hacer algo.

Isagi: (curioso) ¿Y cómo es ella?

Rin: Es... difícil de explicar. Es lista, un poco cabezadura, pero tiene carácter. No creo que nos parezcamos mucho.

Isagi asintió lentamente, sin saber bien qué decir. Antes de que pudiera responder, Shidou apareció en escena, con su característico aire de provocador.

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Shidou: ¡Mirá a estos dos tortolitos! ¿Qué hacen, planeando su boda o qué?

Isagi: (suspirando) Shidou, no estamos de humor para tus estupideces.

Shidou: (riendo) ¿No están de humor? ¿Qué pasa, Itoshi? ¿Isagi te rechazó o algo así?

Rin se levantó lentamente, con los ojos llenos de furia.

Rin: ¿Vos siempre tenés que meterte donde no te llaman, Shidou?

Shidou: (encogiéndose de hombros) ¿Y vos siempre tenés que ponerte tan dramático? Relajate, hermano.

La tensión entre ambos creció rápidamente. Rin dio un paso hacia Shidou, y este no se echó para atrás.

Rin: ¿Querés que te rompa la cara acá mismo?

Shidou: Dale, intentálo. Hace rato que quiero darte una lección, Itoshi.

Isagi, viendo que las cosas estaban a punto de salirse de control, decidió retirarse antes de que alguien lo involucrara en la pelea.

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Isagi caminó por los pasillos del hotel, buscando un lugar tranquilo donde pudiera despejarse. En el camino, se cruzó con Bachira, que estaba comiendo una barra de chocolate y tarareando una canción.

Bachira: ¡Yoichi!

Isagi: (sonriendo levemente) Hola, Bachira.

Bachira: (mordiendo su chocolate) ¿Qué hacés por acá? Parecés perdido.

Isagi: (suspirando) Rin y Shidou están a punto de agarrarse a piñas otra vez, así que decidí escapar antes de que me arrastraran al quilombo.

Bachira: (riendo) Esos dos nunca cambian. ¿Te estresa todo eso?

Isagi: (asintiendo) Sí, un poco. A veces me siento atrapado entre sus peleas y todo lo demás que está pasando.

Bachira: (poniéndole una mano en el hombro) Tranquilo, Yoichi. Cuando las cosas se ponen feas, lo mejor es salir a patear la pelota. Eso siempre ayuda.

Isagi: (sonriendo) Tenés razón. A veces olvido lo simple que puede ser.

Bachira: (emocionado) ¡Entonces vamos! Hay una cancha al lado del hotel. Pateemos un rato.

Isagi: (riendo) Está bien, Bachira. Vamos.

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Los dos amigos salieron al campo de fútbol cercano y comenzaron a pasarse el balón. La conversación fluía con naturalidad, y poco a poco, Isagi comenzó a sentirse más relajado.

Bachira: (driblando) Che, ¿sabías que Rin tiene una hermana?

Isagi: (sorprendido) ¿Cómo sabés eso?

Bachira: (riendo) Me lo contó él mismo. Parecía raro hablar de su familia, así que le insistí hasta que lo soltó.

Isagi: (pensando) Es extraño. Rin nunca parece del tipo que compartiría algo así.

Bachira: (dándole un pase) Capaz te tiene confianza. Eso es bueno, ¿no?

Isagi: (asintiendo) Sí, supongo.

Mientras seguían jugando, Isagi se dio cuenta de que necesitaba momentos como ese para despejar su mente. Aunque los problemas seguían ahí, tener a alguien como Bachira lo ayudaba a no sentirse solo en medio de todo el caos.

Continuará...