||Capítulo 31.

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Doncaster, Reino Unido.

Harry llevaba más de cuatro horas desaparecido.

El sentimiento de culpabilidad y de preocupación no hacía más que crecer en el pecho de Louis. La idea de que había desperdiciado el tiempo que pudo haber tenido al lado de Harry no dejaba de aparecer en su mente.

No quería pensar que algo malo le había pasado, porque eso sería pensar negativamente. Harry estaba bien, se repitió a sí mismo, Harry estaba bien... Harry aparecería en cualquier momento...

Jeff y Nick llegaron casi corriendo y tumbando la puerta, Ed también ya había estado allí desde que un Louis nervioso lo llamó, todo tartamudeos y voz preocupada.  

—Harry fue amenazado de muerte ayer por la noche cuando no fue por un padre de uno de los chicos nuevos ingresados. La cosa puede ir por allí pero no hay nada seguro, tendría que ir a la fundación y plantear bien los hechos. Si raptaron a Harry, seguro hubo testigos —dio información Jeff enseguida que llegó. 

Jeff hizo respectivas llamadas y Nick parecía a punto de tener un ataque al corazón. Harry, el chico del que había estado enamorado desde que lo conoció, ahora estaba desaparecido y él no había podido defenderlo. Se sentía estúpido.

Pero no más que Louis. Louis se sentía el rey de los estúpidos.  

—¿No hay noticias? —preguntó por centésima vez Louis a Anne, ésta negó con la cabeza.

—Siguen sin haber noticias. No podemos reportarlo como desaparecido, la policía toma la denuncia hasta las veinticuatro horas de ausencia —dijo, su voz estaba quebrada.

—Todo es mi culpa Anne —confesó, sintiendo como el hueco en su estómago crecía—. Si yo no lo hubiera ofendido, si yo no le hubiera faltado al respeto y hubiera ido con él, esto no estaría pasando.

—No digas esas cosas Louis, no es así. No debe de tardar en llegar, de verdad —o al menos, eso era lo que querían creer.

Ambos se quedaron en la sala, esperando alguna llamada, alguna noticia, alguna señal de que Harry apareciera. Y nada de eso llegó, jamás.

Pasaron los minutos, y esos minutos se convirtieron en horas. La denuncia nunca se pudo hacer porque ninguno aguanto hasta el día siguiente y empezaron a correr la voz. Todos salieron en la madrugada aún cuando estaba muy oscuro y comenzaron a hacer búsquedas para encontrar cualquier cosa que indicara su paradero. Anne y Louis salieron en el coche de Harry y emprendieron su búsqueda por la ciudad. 

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Lo primero que fueron a visitar fue a la comunidad gay de Doncaster, la fundación de Harry. Nadie lo había visto allí desde el día anterior en la noche, aproximadamente desapareció a las 8 de la noche, que era la última hora donde se había despedido de la recepcionista porque ''iba a casa''. 

El chico nuevo no tenía absolutamente ninguna idea sobre lo que podía haber pasado. Decía que su padre era muy agresivo, pero que sus amenazas sólo eran palabras. Que nunca podría haber sido capaz de hacer algo así. 

Pero la verdad es que ninguno se creyó eso.

Louis comenzó a considerar seriamente la idea de que habían secuestrado a Harry, todo apuntaba a eso. Una cosa era pensarlo y otra muy distinta era sentirlo. Y él lo sentía, en cada fibra de su interior. 

Anne ya sabía la respuesta a esa cuestión, lo sentía en su corazón, la angustia creciendo y elevándose minuto a minuto. 

Cada minuto que pasaba eran menos las esperanzas de encontrarlo sano y salvo. Esperaban poder encontrarlo si acaso lastimado, golpeado. Nick, Jeff, Anne y Louis se encontraban fuera de la fundación, comentando posibles respuestas.

Detrás del arcoíris ||L.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora