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Sang-Woo depositó con cuidado a Gi-Hun sobre la cama de su habitación, temiendo que cualquier movimiento pudiera dañarlo o asustarlo.

Gi-Hun se apoyó contra la almohada y cerró los ojos un momento, deseando poder olvidar lo que había pasado.

Pero no podía.

La imagen seguía latente en cada rincón de su mente.

Tembló en su lugar y un pequeño sollozo abandonó sus labios, deseando volver al momento en el que In-Ho lo había invitado a esa dichosa fiesta para negarse rotundamente.

Sang-Woo se sentó a su lado y suspiró─. Lamento que las cosas hayan sucedido de esta manera.

Gi-Hun apretó sus manos con fuerza en dos firmes puños y negó para sí, sabiendo que Sang-Woo no tenía por qué disculparse por algo que no había sido su culpa.

─¿Cómo llegaste aquí? ─preguntó Gi-Hun a través de un pequeño murmuro, abriendo los ojos para verlo─. ¿Cómo sabías que estaba aquí? ¿Cómo...?

─¿Cómo es que estoy vivo? ─se apresuró a preguntar Sang-Woo, sabiendo que quizás esa era la siguiente pregunta que Gi-Hun le haría.

Lo conocía muy bien.

Gi-Hun asintió con lentitud, perdiéndose en su rostro que, debido a los años, había comenzado a olvidar ligeramente.

Sang-Woo bajó la mirada y se encogió de hombros resignado─. Es una larga historia.

─Tengo tiempo.

Sang-Woo apretó los labios, desviando su mirada hacia la puerta de la habitación que permanecía cerrada.

Sabía que en cualquier momento In-Ho entraría por ella al enterarse de lo sucedido, y eso sería en cuestión de minutos debido a que él mismo había enviado a dos soldados a buscarlo para encontrarlo más rápido e informarle del estado de Gi-Hun.

─Conocí al líder hace tres años atrás, durante los juegos pasados ─comentó, negando para sí mismo al recordar los eventos de ese momento─, justo después del quinto juego ─tomó un poco de aire y se atrevió a levantar ligeramente la cabeza, notando que el azabache lo miraba con el entrecejo levemente fruncido─. Por una situación que prefiero omitir, In-Ho se acercó a mí al vernos a ti, a Sae-Byeok y a mí como los tres finalistas, sabiendo perfectamente que yo haría cualquier cosa por ganar y salir de ahí, lo que claramente nos dejaría, al final, a ti y a mí como los únicos participantes del último juego ─se detuvo un momento para mirar los ojos rojos e hinchados de Gi-Hun observándolo con seriedad, suspiró─. In-Ho no quería que murieras, te quería mantener con vida. No sé si en ese momento ya sentía algo por ti o sólo era mera obsesión, pero él realmente ansiaba verte salir de acá, y por eso, para que hubiera justamente un ganador, él me propuso un trato, ya que yo tampoco estaba dispuesto a morir todavía.

Gi-Hun se acomodó sutilmente en la cama, cubriéndose aún más con la manta, y ladeó la cabeza al pensar en que In-Ho, desde mucho antes de que él tuviera en mente atacarlo, ya había comenzado a trazar su plan para tenerlo bajo su merced.

Y ahora lo entendía, porque probablemente In-Ho nunca lo amó como le hizo creer, sino que sólo estaba obsesionado con la idea de demostrar su dominancia sobre él.

Una pequeña lágrima cayó por su mejilla.

─¿Y cuál fue... ─titubeó─, cuál fue ese trato?

Sang-Woo lo miró un momento, contemplando la tristeza que ahora caracterizaba cada rincón del rostro de Gi-Hun.

No le gustaba verlo así.

─Salvar tu vida a cambio de entregar la mía ─respondió castamente, recibiendo una expresión confusa y ligeramente molesta─. Gi-Hun, In-Ho jamás iba a permitir que algo te sucediera, fuiste el primero en mucho tiempo en desafiarlo y en actuar distinto al resto. Jamás te interesó el dinero luego de ver lo que ocurría acá, y eso lo llevó a desear corromperte para que dejaras de pensar en los demás y comenzaras a preocuparte por ti.

Traición | In-HunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora