"Just for You"
Cuando las deudas empujan a Yoon-Ah, a los letales Juegos del Calamar, jamás imagina que su lucha por sobrevivir despertará los sentimientos más oscuros del líder, el misterioso Jugador 001.
Frío, poderoso y obsesivamente protector, é...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yoon-Ah
La voz mecánica volvió a resonar, implacable y fría:
—El número es 3.
Mi corazón se detuvo. Tres. Esta vez no había forma de que pudiéramos quedarnos juntos. No todos pero sí la mitad.
Me giré hacia mi equipo, pero antes de que pudiera dar un paso, sentí una mano fuerte jalándome del brazo.
—¿Qué...? —empecé a protestar, pero quien me jalaba no me dio tiempo.
En cuestión de segundos, me encontré en otro cuarto, lejos de los demás. Cuando levanté la mirada, me encontré con una cara que no había visto en mucho tiempo: Thanos.
—Hermosa, otra vez nos encontramos en los juegos —dijo con una sonrisa ladeada, su tono lleno de esa confianza que siempre parecía tener.
Encontramos o me jalaste más bien. Mi cuerpo se tensó de inmediato. No sabía si sentir alivio o incomodidad al verlo. Lo último que recordaba de él era aquella vez que prácticamente me empecé a desnudar frente a él y sus amigos y él parecía disfrutarlo.
—¿Por qué no te había visto antes, eh? —continuó, inclinándose un poco hacia mí. Su mirada era intensa, como si estuviera analizándome—. Lo siento por lo que pasó la última vez nena.
—¿Ah, sí? —respondí, cruzándome de brazos. No iba a dejar que él pensara que podía controlarme otra vez.
—Sí, en serio. —Su voz bajó un poco, y su sonrisa se suavizó—. Me alegra que estés bien ahora, de verdad.
—¿Y eso qué tiene que ver? —dije, arqueando una ceja.
Antes de que pudiera responder, una voz conocida interrumpió.
—¡Yoon-Ah! —Su amigo apareció en la habitación, bueno ya estaba ahí.—¡Hola chica!
—Thanos, yo...— El no me dejó terminar la frase por qué rápidamente él se acercó para darme un beso.
Y yo me alejé rápidamente. Thanos pareció mirarme dulce, a él no le molestó y él quiso agarrar mi mano y parecía que estaba apunto de decirme algo dulce como siempre lo hacía. Pero esta vez... no podía. Yo sabía a qué venía la mirada que él me estaba dando.
—No, no, Thanos... —dije, intentando detener lo que sabía que estaba a punto de decir.
Él negó con la cabeza, decidido, su voz temblorosa pero firme.
—Es inútil, Yoon. Es algo que hay que hablar...
—No, Thanos, por favor, no.
—Yoon, te he amado desde que te conocí, desde el momento en que evité que cayeras. No pude evitarlo, princesa. Fue inevitable. —Sus ojos empezaron a cristalizarse mientras hablaba, y cada palabra se sentía como un golpe directo a mi pecho—. Y... y traté de mostrártelo y no me dejaste, lo cual está bien. Pero yo debo hacerte escuchar ahora. Dame una respuesta, Yoon. Porque no puedo seguir igual que hasta hoy.