"Just for You"
Cuando las deudas empujan a Yoon-Ah, a los letales Juegos del Calamar, jamás imagina que su lucha por sobrevivir despertará los sentimientos más oscuros del líder, el misterioso Jugador 001.
Frío, poderoso y obsesivamente protector, é...
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Yoon-Ah
Terminamos de cambiarnos y al momento de salir del baño de mujeres él dejó de caminar a mi lado.
—Ve, yo te alcanzo en un rato. Necesito pasar al baño bonita.—El me tomó de la cintura y me acercó a un guardia.—Cuídenla por favor y llévenla de regreso.
Yo asentí, el entró al baño y yo fui de regreso al cuarto.
Al llegar pude encontrar a Gi-hun y Jung-bae vigilando. Se asombraron al verme llegar. Yo me veía un poco descuidada. Me refería al hecho de que hace menos de 10 minutos había tenido sexo con el hombre más sexy y claramente estaba un poco sudada, agitada y debilitada.
—Hey! Yoon. Donde te habías metido eh.—Jung-bae me codeó y me sonrió pícaramente.
—Soli fui al baño.
—Si ajá. Al baño.—Gi-hun sonrió. Él tenía vibras de parecer paternal. Era lindo y tierno cuando nos protegía.—Tu le gustas a él, ¿lo sabes Yoon?—Gi-hun me lo dijo.—El me lo confesó hace rato. Está perdió en ti Yoon. Su mirada dice más que mil palabras podría hacerlo. Se ve como su mundo se paraliza al verte y haría todo lo que está a su alcance por ti. La definición de amor es la de el cuando te mira. Quienes están destinados a ser, acabarán siendo.
—A mi también me gusta, y mucho. Pero necesito conocerlo más. Es lo único que quiero.
—Bueno después hablaremos de eso. Ahora vete a dormir pequeña.—Jung-bae me señaló las cobijas y colchones en el suelo.
Young-il
—Soy intolerante al gluten y a la lactosa. Esto me enfermaría.
Esas palabras fueran suficientes para que la ira se encendiera dentro de mí como un fósforo.No con ella, si no con los otros. ¿Cómo era posible que algo tan básico no se hubiera tenido en cuenta? OTRA VEZ. Era la segunda vez que esto sucedía y era estúpida mierda. Había dejado instrucciones claras de que cada detalle debía ser revisado, especialmente en lo que respectaba a ella.
—Esto debe ser una broma —murmuré, aunque lo suficiente alto como para que ella lo escuchara.
Me levanté de inmediato, ignorando las miradas de los otros jugadores que se preguntaban qué estaba haciendo. Caminé con pasos firmes hacia la parte delantera del cuarto, donde los guardias supervisaban la distribución de la comida.
Ellos me vieron acercarme y enderezaron sus posturas al instante.
—¿Quién está a cargo aquí? —pregunté, manteniendo mi voz baja pero cargada de autoridad.
Uno de los guardias dio un paso adelante, luciendo nervioso.
—Señor, nosotros...
—¿Esto es lo que llaman profesionalismo? —lo interrumpí, clavando mi mirada en él. —¿Cómo es posible que no se hayan asegurado de que la comida sea adecuada para ella?—Suspire profundamente con los ojos cerrados y los volví a mirar—.el primer error lo pasé. Pero di claras instrucciones de que no quería que se volviera a repetir. No es el hecho de que ella se quede sin comer, yo le puedo dar absolutamente todo lo que ella desee. Pero tampoco se vale que vea a los demás comer mientras se muere de hambre hasta que me doy cuenta.