La confrontación entre los chicos y los sujetos extraños llegó a un punto, en el cual, cada movimiento que realizaban, podría llegar a ser definitivo
Fushiguro, haciendo uso de su ingenio e intelecto, llegó a una conclusión. No tardó en contarsela a Itadori, quien un poco confuso, siguió el plan del pelinegro
Para su suerte, todo había salido a la perfección y resultaron siendo los ganadores. Ahora mismo, estaban en frente del derrotado hombre con bigote extraño, quién estaba amarrado a un poste, inconsciente
En ese preciso instante, notaron como la cortina acababa de caer, dejandolos claramente sorprendidos
-La cortina que acaba de desaparecer.... Era la que mantenía a los hechcieros fuera ¿No?- Preguntaba Yuji, con intriga en su voz
-Si... Eso parece-
-Pero ¿No habíamos destruido tres? Incluyendo la que Ino-san destruyó- Volvió a comentar -No entiendo...-
-Entonces usaron los tres clavos para esa cortina o los otro dos eran solo señuelos. De cualquier manera, ahora los hehcieros podemos movernos libremente por shibuya- Decía Fushiguro -Quiero preguntarle algunas cosas al viejo, pero parece que no despertará pronto. De momento, vayanos con...-
Su frase fué abruptamente cortada cuando vió como un cuerpo empezó a caer con rápidez del mismo edificio donde había comenzado todo. Sin dudar, invocó a Nue y le dió la orden directa de ayudar a quien caía
Con exito, cayó encima del shikigami, claramente herido e inconsciente. Al llegar con ambos, notaron el mal estado en el que se encontraba su amigo
Sus expresiones pasaron a ser unas de preocupación
En la cima de aquel edificio, un pelinegro se encontraba viendo la orilla de la terraza, observando el rescate de Ino. Otra cosa que había podido observar momentos antes, fué cuando cayó la cortina
Dirigiendo toda su atención a la anciana detrás de él, habló
-Qu... Qué sigue ahora- Dijo tartamudeando y casi sin fuerzas
Oyendo lo dicho y un poco confundida, contestó la pregunta del misterioso hombre
-Gojo Satoru ya no está. Así que podemos ir a donde queramos... Ahora, vé y mata a esos hechiceros-
Sin embargo, la respuesta que obtuvo fué nula y eso la confundió un poco, haciendo que sus ojos antes cerrados, los abra para confirmar si todo estaba bien
Al hacerlo notó cómo el cuerpo de su antes nieto, emanaba un aura indescriptible, no se trataba de energía maldita ni nada por el estilo
-¿Nieto...?-
El cuerpo del pelinegro giró y miró con una expresión de enojo que intimidó por completo a la bruja
-Oye, vieja- Dijo ‐¡¿A quien diablos le estás dando órdenes?!-
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