"Just for You"
Cuando las deudas empujan a Yoon-Ah, a los letales Juegos del Calamar, jamás imagina que su lucha por sobrevivir despertará los sentimientos más oscuros del líder, el misterioso Jugador 001.
Frío, poderoso y obsesivamente protector, é...
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Yoon-Ah
Los chicos fueron al baño y me quedé hablando con Jun-hee.
—Ya me vas a decir de qué hablaste con 333?—Yo le pregunté.
—Es algo simple pero complicado.—Jun me miró con una pureza en sus ojos. Como si temiera ser juzgada.
—Te juro que puedes confiar en mí, yo haré todo lo que me pidas. Y si decides que me calle eso haré.
—El.. el es el Padre de mi hijo. —Jun-he agacho la mirada esperando algún tipo de regaño o burla hacia ella.
—¿Que?¿El jugador 333? ¿Estás hablando enserio?—No lo podía creer, era increíble como muchas personas de aquí estaban atadas. Amigos, familia, ex novios.
—Si...—ella asintió lentamente—.Fue hace un tiempo cuando lo conocí. Yo veía sus videos de YouTube y hasta ahí. Un día fui a un café muy conocido y me lo encontré. No me quería ver como una fan así que actúe como si no lo conociera. Ese día él y yo empezamos a interactuar y rápidamente nos enamoramos. Las cosas pasaron muy rápidas, un día después de dudas yo me hice la prueba y salió positiva. Se lo dije a él y —Ella empezó a llorar pero rápidamente se quitó las lágrimas que caían con las manos—. Y él me dijo que yo abortara, no estaba listo para tener un hijo... No conmigo.—Su mirada de Jun bajó—. Y él desapareció.
—¿Desapareció? ¿Cómo?—Estaba confundida.
—Un día simplemente no volvió. Me dejó con una promesa vacía y un hijo que cuidar sola. No sabía si lo habían arrestado, si había muerto, o si simplemente decidió huir. Pero nunca lo busqué. No podía. Estaba demasiado ocupada tratando de sobrevivir.—Jun-he dijo esta vez más desalentada.
Yo me enojé al tener esa respuesta y no lo volví a ver. Yo sí decidí tenerlo Yoon-Ah me hacía alegría poder saber que tendría a alguien conmigo. Y yo sé lo que lo voy a cuidar bien—Ella me volteó a ver y me sonrió—. De alguna manera yo logro sacar dinero para mis consultas, nunca falto a una. Por qué quiero al bebé que espero. Y espero que no le pase nada.
—Es un maldito tarado. Cómo se le ocurre hacer eso. De no hacerse responsable de él hijo que el mismo hizo. Que rabia con los hombres. —Mis palabras eran fuertes por qué yo estaba enojada. Lo veía a él, veía hacia su cama con una furia. Young-il hubiera dejado que le partieran la cara. —¿Y ahora? ¿Qué sientes al verlo aquí?
—Rabia, dolor, confusión... Pero también miedo.—Jun-hee me confesó.
—¿El ya lo sabe? Me imagino que ya, debió ver tu pancita.
—Si, ni siquiera se había dado cuenta que yo estaba aquí. Hasta ese día que me viste acercándome a su cama. El se sorprendió por qué pensó que al final si decidí abortar. Y se enojó por que estaba aquí.—Ella negó con la cabeza enojada—. Pero gracias a sus putas cripto yo también quedé endeudada.