Una promesa hace que la vida de Lee Hae-rin cambia completamente.
「 DONDE Lee Hae-rin participa por su mejor amiga en unos juegos
O DONDE Hwang Jun-ho tiene que buscar a su prometida que está participando en unos juegos de vida o muerte 」
Hwang Jun...
Jun-ho, a pesar de haber estado 6 meses en coma, se sentía igual de enamorado de Hae-rin como la vez que le propuso matrimonio.
¿Cómo le propuso matrimonio?
En un acuario, Hae-rin amaba todo lo relacionado con el océano; le fascinaba que fuera un lugar que nadie conocía ni se atrevía a conocer.
Jun-ho lo había pensado mucho, sabía que esto era un gran paso en su relación, pero no porque pensara que Hae-rin no era el amor de su vida. Claro que no.
Él no se sentía suficientemente bueno para alguien como Hae-rin; sabía que con su trabajo de detective su vida estaba en el juego la mayoría de las veces y no aguantaría la culpa de ver a Hae-rin llorando por él, por su culpa.
La amaba, por supuesto que lo hacía; estaba dispuesto a cruzar continentes solo por ella, a desafiar a los mismos dioses, porque estaba seguro de que ella era el amor de su vida.
Cuando se puso de rodillas mostrando la caja donde estaba el anillo, se dio cuenta de que sí estaba haciendo lo correcto; ver la sonrisa brillante de Hae-rin le daba mil años más de vida.
Hae-rin, con los ojos llorosos, asiente repetidamente y se lanza a besarle.
Desde ese día se creó una promesa que sería rota dos veces, y en las dos, ambos poniendo sus vidas en riesgo.
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━━ ¡Hae-rin! ━━ Llama Jun-ho desde adentro del departamento.
Hae-rin lo ignora mientras sigue viendo su huerto con el ceño fruncido; su preciado huerto había sido atacado por un caracol.
━━ ¿Hae-rin? ━━ pregunta Jun-ho asomándose por la ventana que dividía el balcón y la casa. Frunce su ceño extrañado al verla sentada en el suelo. ━━ ¿Qué estás haciendo?
Hae-rin no le responde mientras sigue moviendo las hojas de sus plantas, soltando a veces maldiciones en voz baja al no encontrar al caracol.
Jun-ho junta sus labios asintiendo luego de ser ignorado. ━━ Voy a estar entrenando por si me quieres acompañar.
Hae-rin niega con la cabeza y por fin se digna a hablarle ━━ Mi huerto está siendo atacado, no puedo.
━━ ¿Atacado?
━━ Sí, y no sé dónde está el maldito... ━━ Responde sin mirarlo; de verdad quería encontrar a ese caracol porque a este paso quedaría sin plantas. Está verdaderamente preocupada.
━━ Suerte. ━━ Apoya Jun-ho con una pequeña sonrisa al parecerle tierna la acción y lo enojada que estaba su prometida solo por un caracol.
Apto, seguido de él, entró nuevamente a la casa, comenzó a vendarse las manos; iba a boxear y desquitarse de otra manera.
Jun-ho estaba golpeando el saco de boxeo con rapidez cuando un grito proveniente del balcón hace que corra donde Hae-rin rápidamente. ━━ ¿¡Estás bien!?
