Just for you | Hwang In-ho

Capitulo 5: Un acto inesperado

Yoon-Ah

Era el jugador 001.

—Retira lo que dijiste. Ahora. —Su voz era calmada, pero había una amenaza latente en ella que hizo que todos alrededor contuvieran la respiración.

El hombre lo miró de arriba abajo, soltando una carcajada burlona.
—¿Y tú quién eres para decirme qué hacer? ¿Acaso eres su perrito guardián?

Sin previo aviso, el jugador 001 lo agarró del cuello de la camisa y lo empujó contra la pared más cercana, haciendo que varios jugadores se apartaran rápidamente.
—Escucha bien, imbécil. Si vuelves a faltarle el respeto, no me importará si te matan aquí o en el siguiente juego. Pero te aseguro que yo mismo me encargaré de que no salgas de esta sala caminando. —Sus ojos eran fríos, y su tono dejaba claro que no estaba bromeando.

El hombre intentó zafarse, pero la fuerza del jugador 001 era mayor de lo que aparentaba.
—¡Suéltame, maldito loco!

—Pide disculpas. Ahora. —La voz del jugador 001 no subió de volumen, pero su autoridad era innegable.

El hombre miró alrededor, buscando apoyo, pero nadie se atrevió a intervenir. Finalmente, murmuró entre dientes:
—Lo siento.

—Más fuerte. —El jugador 001 lo sacudió ligeramente.

—¡Lo siento! —repitió el hombre, esta vez más alto.

El jugador 001 lo soltó con un empujón, y el hombre cayó al suelo, tosiendo y maldiciendo por lo bajo. Sin embargo, no volvió a decir nada más.

Yo lo miré con los ojos muy abiertos, sorprendida por la intensidad con la que había reaccionado.
—Sé defenderme sola. Te informo.

Él se giró hacia mí, su expresión ya más relajada, aunque aún había una sombra de molestia en sus ojos.
—Lo sé. Pero no voy a quedarme quieto mientras alguien te insulta de esa manera. Y por cierto, se dice gracias.

Después de esa escena todos se fueron y solo se quedó el jugador 001, hablando con el 456 de unas cosas mientras yo hablaba con Jung-bae. Y todos seguían comiendo.

Narrador
Después de que la comida de la jugadora 110 se cae y el jugador 456 y el 390 la ayudan a recogerla, ella intenta disimular su incomodidad mientras los demás empiezan a comer. Sin embargo, se nota que está nerviosa, moviendo su plato de un lado a otro, pero sin probar bocado. El jugador 001, sentado a unos metros, observa con atención.

Mientras los demás conversan o comen en silencio, él se acerca con una expresión aparentemente neutral, pero sus ojos la examinan con curiosidad.

-¿No piensas comer?-Le dijo él.

—Mirándolo de reojo—.No tengo hambre.—Y vio de nuevo su plato.

—No tienes hambre después de un día como este... No me lo creo.—Arqueó su ceja ante esto.

Ella lo ignora, pero él no se va. En cambio, se sienta a su lado, cruzando los brazos con calma. Su proximidad empieza a incomodarla.

—¿O acaso hay algo más? ¿No confías en la comida que nos dieron?—Se preocupó tratando de ver su rostro.

La jugadora 110 suspira, dándose cuenta de que no podrá deshacerse de él tan fácilmente.

—No es eso. Es solo que... Me recuerda algo que prefiero no pensar ahora."— Ella seguía cabizbaja con los pensamientos perdidos.

—¿Algo como qué?—El ladeó la cabeza interesado a su respuesta.

Ella lo mira con seriedad, evaluando si debería responder. Finalmente, se decide.

—Cuando era niña, mi madre solía cocinar esto mismo. Siempre decía que era lo único que podía hacer con lo poco que teníamos. Comíamos esto todos los días... hasta que un día ya no había nada más que cocinar.

Por un instante, su voz se quiebra, pero rápidamente se recompone, intentando no mostrar debilidad.

—Así que no es que no quiera comer. Es que no puedo. No después de recordar lo que significa, aún igual ¿De qué serviría comer? Igual se me cayó la comida antes y, aunque intenté limpiarla, todavía tenía restos de basura. —Dijo con una sonrisa sarcástica para aliviar un poco la tensión del comentario, pero luego continuó, esta vez con un tono más serio—. Fui a preguntarles a los guardias si podían darme otro plato, pero me lo negaron de inmediato. Ni siquiera lo pensaron. Solo me dijeron que a cada jugador se le asigna un platillo y que no hay excepciones.

El jugador 001 entrecerró los ojos, y su expresión, aunque controlada, dejaba entrever una furia contenida. Su tono era bajo, casi como si hablara para sí mismo:
—¿Te trataron de esa manera?

Ella asintió, restándole importancia.
—No importa. Los jugadores 456 y 390 me ofrecieron parte de su comida, pero no acepté. No me gusta depender de nadie.

El jugador 001 se queda en silencio, su expresión se endurece, pero no hacia ella. Está claramente molesto, pero no dice nada al respecto. Solo se levanta, mirándola fijamente.

—Entonces, ¿qué comerías si pudieras elegir?—Le preguntó de una manera interesado.
—¿Qué? Eso no importa.—Al principio se vio sorprendida por la pregunta de el.

—Supongamos que sí importa.—Sonrió levemente.

Ella lo mira, confundida, pero finalmente murmura algo sobre un platillo que solía desear de niña, algo simple pero especial para ella, como un plato de arroz con huevo y kimchi fresco. Él asiente, como si estuviera tomando nota mental, y se marcha sin decir más.

—Voy al baño, en un momento regreso.—Y fue desapareciendo de su vista.

......

Más tarde, mientras todos intentan descansar, una pequeña bandeja es dejada en el borde de su litera por uno de los guardias, con el platillo exacto que ella mencionó. No hay notas ni explicaciones, pero es evidente que alguien se tomó la molestia de escucharla.

Ella mira alrededor, confundida, y sus ojos se cruzan con los del jugador 001, que está recostado en su litera, observándola desde la distancia con una expresión indescifrable.

-¿Él... hizo esto?—pensó ella.

Sin embargo, antes de que pueda decir algo, él cierra los ojos como si no tuviera nada que ver con la situación.

001

Detrás de las cámaras, el jugador 001 da órdenes a uno de los guardias en la torre de control. Su tono es frío y autoritario:

—¿Cómo es posible que no verifiquen las necesidades básicas de los jugadores? ¿Ni siquiera se aseguran de que todos tengan suficiente comida? Esto no es un circo, es un juego con reglas claras. No quiero volver a ver algo así.

El guardia asiente rápidamente, sin atreverse a cuestionarlo.

Mientras tanto, el jugador 001 vuelve a su litera con la satisfacción de haber cuidado de la jugadora 110 sin levantar sospechas. Su interés por ella no es solo una curiosidad pasajera; es algo más profundo, algo que él mismo empieza a notar con inquietud.

.......

Cuando ella finalmente come la comida, siente una mezcla de emociones: gratitud, nostalgia y confusión. Por primera vez en mucho tiempo, algo tan simple como un plato de comida la hace sentir vista y cuidada.

001

El la veía tan feliz comiendo su platillo preparado especialmente para ella.

"No sé qué me pasa contigo, pero no voy a dejar que este juego te rompa." Pensó el.

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Ahhh que es esta atención tan grande del 001 hacia Yoon-Ah.

Gracias por leer mis personas lindas
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