Noventa y cuatro.

2.6K 158 13
                                    

Narra Celia.

Zona vip del aeropuerto del Prat.

Era Martes, eran las seis de la mañana, y nos íbamos a Arabia Saudí, porque se celebrara la Supercopa de España.

Estábamos inmersos en una de las mayores polémicas de la historia del fútbol español. Incluso diría que del deporte español en general: Las inscripciones de Olmo y de Pau Víctor.

- Si lo hacen y les dan la cautelarísima, se va a armar pero bien. - me dice Diego mientras leía el periódico en su iPad. - Joder, soy del Barça, pero si te dicen que no, es que no. Tampoco es tan complicado.-

Asentí a todo lo que decía mi amigo. - Y sino haber hecho las cosas bien y a tiempo. - dice Sergio.

Sergio era el chico que nos habían mandado en sustitución por Leo. Estaba terminando sus prácticas y el chico era del Espanyol. Y además no le caía para nada bien el presidente.

- Diría que no sabe hacer nada bien. - digo mientras vuelvo a bostezar.

Tenía demasiado sueño.

Un vaso de café enorme, aparece delante de mis ojos. Mi novio lo había dejado allí. - Gracias gordo. - acaricio su cara y él se sienta en el sofá a mi lado, apoyando una mano sobre mi pierna.

Nos habíamos levantado a las cuatro de la mañana porque el señorito no había querido preparar la maleta el día antes, yo por suerte si lo había dejado preparado y me negaba a hacérsela, que ya es grande para saber las responsabilidades que uno tiene.

Dama se había quedado con Lara y con Bella. Llevábamos un día con ella y si las cosas iban como tenían que ir, hasta el lunes que viene, no la veríamos.

- Celia, Carlota, Ana y Ainhoa. Aina, también va por ti. - nos llama Jud. - Ya sabéis que Arabia es un sitio que no trata bien a las mujeres y donde está mal visto que las mujeres trabajen, lleven ropas cortas, vayan solas a los sitios y sobretodo que vayan al fútbol. Normalmente si van, lo tienen que hacer acompañadas de hombres. - ruedo los ojos. Es absurdo que en pleno siglo XXI siga habiendo países con esas políticas tan machistas y retrógradas. - Aquí todas somos mujeres libres, pero por favor, si salimos del hotel o cualquier cosa que podamos hacer en nuestros ratos libres, acompañadas de un hombre. Sé que somos muchas las que no opinamos como ellos, diría que todas, pero allí, es normal insultar a una mujer por la calle o tocarla sin permiso, por el mero hecho de ser mujer. -

Me estaba poniendo mala con ese tema, y Pablo lo notó, ya que la mano que estaba apoyada sobre mi pierna, la apretó levemente. - Os quiero a todas de vuelta en Barcelona el lunes. -

Judith no venía al viaje, pero al ser la coordinadora de los eventos, y pertenecer a recursos humanos, tenía que estar allí para controlar el tema de billetes y de embarques.

Nos íbamos a las ocho de la mañana pero al ser un viaje largo, teníamos que estar tiempo antes. Cosas de la compañía.

- Yo saldré contigo a donde quieras. Y si tengo que reventar a algún árabe, lo reviento. - me dice Pablo y le sonrío. - Sé que no te gusta no tener libertad, pero, por favor Celia, si sales del hotel por lo que sea, ve con alguno de nosotros o con Diego. -

Nunca había visto a Pablo tan serio, y aunque fuera un tema candente, tenía razón. - Vale, no te preocupes. Llevaré escolta. -

- Te lo digo enserio Celia. -

- Que si, que si. -

A las ocho menos diez, nos dejan pasar y cruzamos el pasillo que nos lleva al avión.

Al ser un avión donde van jugadores de fútbol, el avión está preparado de tal manera, que parece que vas en primera en todo el avión.

Todo el equipo del documental y yo, aprovechamos las seis horas de vuelo, para terminar la primera temporada del documental. Tanto es así, que hicimos la cabecera de la segunda temporada, y en esta ya sale Hansi, incluso diría que es protagonista.

Atracción (Pablo Gavi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora