La importante reunión con los VIP's había comenzado hace menos de veinte minutos, y ya todos los guardias y soldados se encontraban en sus lugares tras escoltar a cada miembro a la sala especial para comenzar con el espectáculo que reinaba entorno a los juegos pendientes.
Gi-Hun, aún en su habitación, se miró nuevamente en el espejo, dudando de si realmente era el adecuado para portar un traje tan... coqueto.
El traje era de un extenso color negro brillante, semi transparente en lo que constaba las piernas y el pecho mientras que el resto del cuerpo era cubierto por una tela un poco más gruesa y oscura que dejaba a la imaginación lo que llegaba a ocultar por debajo, a excepción de su plano abdomen que permanecía desnudo para quién lo mirase, ya que el único accesorio que le cubría en aquella zona, por decirlo de alguna forma, era una malla de estilo faja que terminaba al topar con los huesos de sus caderas. Los pantalones y zapatos eran lo más sencillo que vestía, pues lo siguiente que lograba aumentar sus dudas era la parte de la espalda que, al igual que su abdomen, se hallaba descubierta hasta casi llegar a su parte baja; siendo decorada por variadas flores plateadas que, en realidad, no cubrían nada.
Suspiró resignado y giró sobre sí para observarse una última vez antes de alejarse del espejo y esperar a In-Ho.
Se había dado una ducha de más de media hora para hacerse el ánimo de asistir a aquella reunión que no sabía en qué consistiría, y luego de salir y cubrirse con una bata blanca, uno de los guardias lo ayudó a peinarse por más que él mismo le había dicho que podía hacerlo solo, más el guardia hizo caso omiso y peinó suavemente cabello por cabello hasta dejarle una gran parte hacia el lado mientras lo rebosaba en perfume y cremas.
Ahora, con la impaciencia y los nervios a mil, caminaba de un lado a otro por la habitación mientras se dejaba consumir por los pensamientos negativos y en lo que podría, incluso, estar sucediendo con sus compañeros.
¿Los juegos se habían retomado ya?
Mierda, ¿cómo estarían Dae-Ho, Jun-Hee, Hyeon-Ju, Yong-Sik y su madre, el 246 e, incluso, el 333? Necesitaba saber de ellos, ir a verlos.
Carajo.
Detuvo su andar y tomó un poco de aire para no estresarse y lograr pensar con calma, pues eso era todo lo que podía y debía hacer en ese momento mientras ideaba un plan que le ayudara.
Se sentó lentamente sobre la punta de la cama y entonces la puerta fue abierta, revelando la dominante y elegante figura de In-Ho.
─Gi-Hun ─murmuró hacia él al verlo.
Gi-Hun le devolvió la mirada y se puso de pie, dejando a la vista su perfecto cuerpo adherido exquisitamente a aquel provocativo traje de noche.
─In-Ho.
Este caminó lentamente hasta el azabache, contemplándolo en silencio y con los labios entreabiertos. Gi-Hun bajó la cabeza algo cohibido, preguntándose si acaso a In-Ho le habría gustado cómo se veía o si, simplemente, estaba haciendo el ridículo.
Pero todas sus dudas se fueron al sentir las grandes manos de In-Ho posarse posesivamente sobre sus caderas para atraerlo a su cuerpo y levantarle con el dedo índice su mentón, procurando que Gi-Hun no dejara de verlo a los ojos en ningún momento.
─Creo que no importa cuánto lo diga, las palabras nunca serán suficientes para inmortalizar el significado de tu belleza ─murmuró, hipnotizado por aquellas orbes que parecían tímidas ante su mirada─. ¿Qué tanto tengo que hacer para poder confirmar con seguridad que eres mío y que jamás te irás de mi lado? Si pudiera te admiraría cada día y contemplaría cada rincón de tu cuerpo hasta saciarme de ti, y aún cuando lo haga, siempre encontraría algo nuevo en ti en lo cuál me perdería encantado. Eres precioso, Gi-Hun.

ESTÁS LEYENDO
Traición | In-Hun
FanfictionGi-Hun estaba convencido de que las cosas no cambiarían dentro del juego si no hacía algo al respecto, pero para eso necesitaba ir directamente a la cabeza de todo; el líder. Ahora que estaba por su cuenta, debía encontrar la manera de llegar al líd...