Chapitre 1

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Harry se crio siendo un niño muy mimado, educado y bonito; aunque nunca dejó su fase de querer ser bonito.

Tom y James no les importaba lo mínimo que si querido niño se pusiera faldas rosadas o que tuviera unos chupetes verdes en su mesita de noche o el gran lobo de peluche negro que abrazaba en las noches.

Tom al ser un ministro tan respetado nadie se podía meter con su hijo y menos con sus gustos.

Cuando Harry cumplió los doce les desveló a sus padres que él quería ser una chica tan bonita como las damas de las revistas; quería ser como era pero con algunas cualidades de mujer, como es engendrar.

Tom no tardó más de una semana en llegar con el mejor regalo de cumpleaños para su bebé, un lote de pociones de boypussy fabricadas por un pocionista amigo de Tom y antiguo compañero de James.

Harry fue el más feliz al poder llegar a tener su cuidado cabello, uñas perfectas, curvas que cualquiera desearía y un vientre para crear solo por esas doce botellitas rosadas que tanto quería, ya sabía de ellas, pero eran muy caras y muy difícil que el pocionista las hiciera al tener que elaborar una por día.

Era sorprendente como normalmente te dan de cuatro en cuatro y a Harry le prepararon doce en menos de cuatro días.

Su amigo Draco estará celoso de ello y Ron estaba aún en la lista para su pedido cuando se lo cuente en la próxima pijamada de chismes.

Al cabo de dos semanas Harry paseaba con su nueva cadera feliz sin dejar de tocarse la tripa con un buen pensamiento pero con mucho dolor por el cambio, pero tenía prohibido relaciones hasta cuatro años de la consumición de las pociones al ser tres por año.

Unos años más tarde se vería a Harry con su túnica blanca abierta mostraba su faldita rosada y una camiseta blanca con las leves curvas formadas luego de dos años de pociones con ya 14 años sus hormonas ya estaban reluciendo, si ya eran deseadas, como serian en dos años más...

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Volvemos a publicar, aunque tengo una gran pausa ( casi dos años sin escribir), no podía dejaros sin esa historia.

Besos

Pillado por mi DaddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora