Recién me acaban de llegar los auriculares gamer nuevos y se escucha de 10/10 y con el micrófono full
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En el hotel, después del partido contra Alemania...
El equipo japonés había regresado al hotel después de la victoria ajustada contra Alemania. Aunque el ambiente era relajado, todos estaban agotados. Sin embargo, en el rostro de Isagi se notaba algo más: una mezcla de satisfacción y reflexión.
Isagi: (Pensando) "Fue un gran partido, pero... todavía siento que no estoy al nivel que necesito. Alemania nos empujó al límite. Si queremos ganar este Mundial, tenemos que seguir mejorando."
Mientras Isagi se dirigía al ascensor, escuchó una voz familiar llamándolo desde el lobby.
Sae: (Calmo) Oi, Isagi.
Isagi volteó y vio a Sae Itoshi acercándose, con una botella de agua en la mano y su expresión característica de tranquilidad mezclada con superioridad.
Isagi: ¡Ah, Sae-san! ¿Todo bien?
Sae: Supongo. (Hace una pausa y lo mira directo a los ojos) Estuviste decente hoy contra Alemania, pero... todavía te falta.
Isagi sintió el peso de esas palabras, pero no se dejó intimidar.
Isagi: (Sonriendo) Gracias... creo. Pero estoy consciente de eso.
Sae: ¿De verdad? Entonces, ¿por qué en los últimos 10 minutos del partido dudaste en disparar cuando tuviste el espacio?
Isagi: (Frustrado) ¡¿Eh?! No dudé, solo pensé que Rin estaba en mejor posición.
Sae: (Suspira) Ese es tu problema. En un Mundial, no hay tiempo para "pensar". Tenés que actuar. Rin puede ser bueno, pero si querés ser el mejor, tenés que ser más egoísta en esos momentos.
Isagi: (Pensando) "Sae siempre sabe cómo meterse bajo mi piel, pero... tiene razón."
Isagi: (Asintiendo) Lo entiendo. Gracias por el consejo, Sae-san. Lo voy a tener en cuenta para el próximo partido.
Sae: (Con una sonrisa ligera) Más te vale. Porque en este Mundial, no hay lugar para errores.
Con eso, Sae se dio media vuelta y se alejó hacia las escaleras, dejando a Isagi con sus pensamientos.
___
Más tarde, en el pasillo del hotel...
Isagi había regresado a su habitación y se dejó caer en la cama, exhausto. Cerró los ojos por un momento, pero fue interrumpido por un fuerte golpe en la puerta.
Bachira: ¡Isagiii! ¡Abridme, viejo!
Isagi se levantó con un suspiro y abrió la puerta, encontrándose con el rostro sonriente de Bachira, que sostenía una bolsa de snacks y dos latas de jugo.
Isagi: ¿Qué pasa, Bachira?
Bachira: (Entrando sin invitación) Nada, solo pensé que podríamos charlar un rato. ¡Tuve una idea genial para mejorar nuestro juego!
Isagi: (Cerrando la puerta) ¿A esta hora? ¿No estás cansado?
Bachira: ¡Nah! Siempre tengo energía para el fútbol. Además, creo que si practicamos una nueva jugada juntos, vamos a destrozar a cualquiera en el próximo partido.
Isagi: (Sonriendo) Está bien, ¿qué tenés en mente?
Bachira extendió un pedazo de papel donde había dibujado un esquema de jugada. Era un movimiento complejo en el que él usaba sus regates para atraer a la defensa y liberar espacio para que Isagi pudiera rematar.
Bachira: (Entusiasmado) Mira esto, Isagi. Vos te movés hacia el segundo poste mientras yo atraigo a los defensores. En el último momento, te paso el balón y... ¡golazo!
Isagi: (Analizando el esquema) Hmm... Es interesante, pero ¿qué pasa si el defensor principal no se deja llevar por vos?
Bachira: Fácil. ¡Entonces me encargo yo de anotar!
Ambos rieron, sintiendo cómo su conexión en el campo también se reflejaba fuera de él.
Isagi: (Sonriendo) Me gusta. Pero creo que también podríamos trabajar en una variante. Si yo paso al área chica mientras vos retrocedés un poco, podríamos confundir aún más a la defensa.
Bachira: ¡Eso suena divertido! Vamos a probarlo mañana en el entrenamiento.
___
Minutos después, todavía en la habitación...
Después de un rato, la charla pasó de fútbol a cosas más personales.
Bachira: (Mirando el techo) Che, Isagi. ¿Te diste cuenta de que casi todos están obsesionados con vos últimamente?
Isagi: (Confundido) ¿De qué hablás?
Bachira: Bueno, Rin no para de competir con vos, Sae te da consejos, Barou está siempre tratando de superarte, y hasta la mamá de Rin tiene un póster tuyo.
Isagi: (Avergonzado) ¡No me recuerdes eso!
Bachira: (Riéndose) ¡Es verdad! Y ahora hasta la hermana de Chigiri parece que te tiene en un altar.
Isagi: (Suspirando) No sé qué pensar de todo eso, Bachira. Solo quiero centrarme en jugar al fútbol y ganar este Mundial.
Bachira: Eso está bien, Isagi. Pero acordate de que no sos un robot. Está bien tomarse un momento para disfrutar todo lo que estás logrando.
Isagi asintió, dándose cuenta de lo importante que era tener a alguien como Bachira a su lado, alguien que siempre podía hacerlo sentir más ligero, incluso en los momentos más complicados.
