Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre...
Me tomo un tiempo regresar a la casa de Freen pues me había olvidado un poco como llegar, lo bueno es que Irin me ayudó con la dirección.
"Llegamos"
Habia llegado al lugar donde antes me advirtieron que debería irme, su aroma se sentía tan claro o quizás era yo quien podía percibir su aroma en cualquier lugar ahora.
Toque el timbre y espere varios minutos no había respuesta hasta que la voz de Freen me hizo girar.
- Mamá trajiste los calma..... - sus ojos mostraban sorpresa aunque no habían cambiado de color seguían tan rojos como antes - Becky.... - su voz salió tan profunda que me hizo que me estremeciera con solo escuchar mi nombre - Que haces aquí? - pregunto
- Las llaves de mi casa.... - nuestras miradas se encontraron - quedaron en tu cuarto en el escritorio - finalice rompiendo el contacto visual
- Entra - Abrió un poco más la puerta dándome acceso - ve a buscarlas - accedí e ingresé noté como Freen bajo un poco su cabeza para sentir mi feromona las cuales estaban saliendo sin poder controlarlas.
La puerta se cerró, seguí mi camino y subí a la habitación de Freen.
"Lo siento Bec, está ves no soy fuerte"
Visualicé las llaves fui directo y me senté en la cama mis piernas no podían avanzar más, toda la habitación olía a Freen y su exquisito y excitante aroma.
- Lo encontraste - volvió a hablar a mis espaldas una pequeña electricidad recorrió mi cuerpo con tan solo sentirla cerca
- Si.... - mi voz salió suave - Las encontré - voltee a mirarla sus ojos estaban tan brillantes, su rostro un poco cerca, lamío sus labios con tanta lujuria realmente me Hiba a volver loca.
- Me gusta - susurro mientras se acercaba a mí, levantó un poco su man con tanta delicadeza y quitó un mechón de cabello que cubría mi rostro
- A mi también - avance un poco más su rostro estaba a centímetros del mío.
No volvió a hablar más, fueron sus manos la que lo hicieron rosaba mis labios, mis mejillas, bajaba a mis hombros, la cintura y mis muslos apretándolos con una delicadeza increíble.
- No quiero hacer algo solo por qué estás bajo la influencia de mis feromonas Bec - se acercó a mi hombro y susurro aquellas palabras
- Y quien ha dicho que no quiero hacerlo contigo Freen - susurré cerca de su oído
- No pararé y no querré apartarme si comienzo a besarte Bec - su respiración se sentía a la altura de mi cuello, sus labios empezaron a rosarme tan lentamente
- No querría que te detengas - gemi por lo bajo ante el tacto
- Segura? - se aparto un poco observándome detenidamente
- No habrá ningún arrepentimiento - el color de mis ojos cambiaron al sentir tan profundo el aroma de Freen con esa mezcla de deseo y lujuria ante nuestras miradas.
"Y si de mi se tratará perdería la cordura una y otra vez, con tan solo esa mirada"
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