•Colección de oneshots con actrices tailandesas.
•Variación de ships.
•+18 todos (aunque habrán algunos que no contengan escenas de sexo).
•Puede haber o no g!p.
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Narra LingLing
¿Nunca les ha pasado que le gusta algo prohibido?
O algo que no es estrictamente prohibido pero si mal visto.
Porque a mí si, me enamoré de una mujer demasiado menor para mí.
Pero, ¿Quién no se enamoraría de una hermosa muchacha con personalidad de sol?
Y es que, Kornnaphat Sethratanapong era mucha mujer para este planeta. Orm Kornnaphat es el amor de mi vida, pero la mayor parte del tiempo me tocaba apreciarla de lejos.
¿Por qué la vida tuvo que cruzarme con una mujer siete años menor que yo?
Aquella castaña de ojos claros, piel extremadamente pálida y una sonrisa que le gana a la luminosidad del sol me tenía totalmente amarrada a sus pies.
Nos conocimos cuando nos tocó interpretar a la pareja protagonista del éxito del año, pasamos por muchas cosas juntas, causando que me enamore perdidamente de ella.
Esa mujer con complejo de golden retriever era increíble; talentosa, amable, increíble, trabajadora, hermosa, todos los adjetivos que halaguen a una persona, eso es ella.
Pero aquí el punto es que mi fascinación hacia mi compañera va más allá de un enamoramiento o admiración hacia ella, es algo un poco más indecente.
¿Quién vería a la recatada y educada LingLing Kwong ser una pervertida por una mujer menor que ella?
Aquella chica tenía un cuerpo de infarto, una cintura pequeña que cabía perfectamente entre medio de mis dos manos, unas largas y pálidas piernas, un cuello ideal para morder y marcar a mí antojo, un abdomen para lamer, una delante hermosa y demás atributos de los que me podría pasar horas hablando. Era imposible resistirse a ella. Y quién lo hiciese, estaría loco de remate.
Una fascinación descubierta es alzarla, ambas disfrutamos momentos como aquellos.
Podía ser más grande que yo en todos los aspectos físicos, pero sin dudas era una niña, MI niña, solo mía. Sólo yo tenía el privilegio de poseerla de cierta manera —aunque no de la manera que yo deseaba —.
Aprovechaba cada oportunidad que la vida me pusiera enfrente para acercarme a ella, a veces con intenciones inocentes y otras, otras no tanto. Era una mujer adulta, la necesidad y las ganas de copular estaban presentes siempre.
Aquella niña en cuerpo de mujer provocaba demasiadas cosas en mí, a veces no sabía si eran apropósito o no. Me sentía coqueteada por ella, pero no sabía si eran ilusiones mias o no.
De todos modos, cualquier invitación para acercarme a ella — ya sea o no de manera sexual — era bien recibida por mí, no desaprovechaba ninguna oportunidad para acercarme a mí pequeña Orm.
Con Orm todo era confuso para mí, tenía acercamientos que no eran para una simple amistad, ni su manera de tratarme o hablarme, pero con el restos si éramos amigas. En cierto punto me confundía, a esta edad ya tendría que estar casada y en busca de algún hijo, y sin embargo estoy esperando y tratando de adivinar los movimientos de una joven de veintidós años recién graduada que no sé qué tipo de relación busca.
La gente ANSIABA vernos juntas en una relación más allá de la amistad o profesional, yo también lo quería, pero no era tan fácil como decirlo.
Cuando los entrevistadores tiraban indirectas insinuando una posible relación entre ambas, Orm se ponía nerviosa y trataba de negarlo, mientras que yo, por el contrario, no quería más que confirmar que en efecto éramos pareja.
Quería con todas mis fuerzas ser algo más allá que 'amigas' con Orm, quería tener un punto más en el rango relacional. Quería poder decir que era mi novia, poder ir a conocer —nuevamente— a sus padres, pero esta vez como algo más que una amistad.
Quería poder disfrutar de ese cuerpo que me tentaba en todo momento.
Lo quería todo con ella.
Inclusive la idea de formar una familia feliz junto con ella me agradaba.
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