Hechizada [PARTE 1 COMPLETA - PARTE 2 EN PROCESO]

8. Sleepy

Andrew Price.

03 de noviembre, 2019.

Aunque dormí casi todo el día de ayer, siento como si no hubiese sido así.

Siento como si un camión con destino a la realidad me hubiese arrollado y arrastrado a despertar. Aunque descansé, mis pensamientos no lo hicieron, aunque dormí, mi mente no lo hizo y me lo demostró con cada sueño que tuve. Fue como ver una larga película a través de mis sueños que me mostraba en vida real todo lo que había leído desde el punto de vista de Jade.

Ella en su cama llorando, ella secando una lagrima cuando me daba la espalda y luego sonriendo como si todo estuviese bien. Seguro me odió, debió haberme odiado por no haberla amado, por no haber sido capaz de hacerlo, le arrebataron sus sueños, sus esperanzas y todo lo que deseaba para su futuro.

Me duele pensar en todas las veces que llegué a detestarla durante todos estos meses por dejarme a través de una carta, detesto todas las veces que llegué a pensar mal de ella. Si pudiese viajar en el tiempo, cambiaria tantas cosas y me jode que eso no sea posible, aunque siendo honesto, con toda esta situación ya no sé qué es posible y qué no.

Me siento tan confundido. Creí que después de haber leído el libro y ya habiendo descansado, podría pensar con más claridad. Pero me siento más confundido que antes, sin embargo, eso no es excusa para ignorarla.

Toco el timbre de su casa y la puerta no tarda en ser abierta por ella.

Nicole me sonríe a penas verme.

—Me alegra que sí vinieras.

—Me pediste hablar y aquí estoy...

Se hace a un lado y me invita a pasar con una señal de su mano, mano que rápidamente esconde en su espalda, lo que me hace alzar una ceja.

—Tengo pintura en las manos.

Asiento y entro a su casa, escuchándola cerrar la puerta. Aunque no es primera vez que estoy en su casa, me es imposible no deslumbrarme en cada visita de las pinturas colgando en las paredes. Una mujer perdida en un bosque mágico de Hadas, una pareja de ángeles que intentan tocar sus manos y una mujer hundiéndose en un mar de estrellas. Cada una realizada por Nicole. También hay muchas figuras, jarrones y figuras de cerámicas esculpidas y pintadas por ella.

Su casa es muy colorida y llena de mucha luz natural, digna de estar en fotos de revistas de diseño de interiores.

Camino junto a Nicole hasta el sofá que a mi parecer tiene forma de nube y me dejo caer en él, ella permanece en pie.

—¿Te gustaría algo de tomar?

Niego y ella asiente, tomando ahora asiento a mi lado.

—Debes sentirte confundido... —comienza y asiento.

—Para ser honesto, no quisiera ignorarte y fingir que nada ocurrió. Tú me besaste una vez y me hiciste saber tus intenciones, yo no respondí y luego me besaste una segunda vez y luego...