Capítulo 60

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Emily

Salgo del baño público limpiándome las lagrimas, pero soy humana y me termino rompiendo.

—Emily.— La voz de Cole llega desde atrás, pero no volteo y sigo caminando. Me llevo una mano al corazón tratando de calmar el dolor que siento en mi corazón. Estoy tan confundida.

—Mi reina.— Me detengo dándome la vuelta hacia él.

—Vuelve a Londres, Cole.— Susurro.

Todos los ojos están en nosotros, lo puedo sentir. El cuerpo y los ojos de Cole se ven más tensos que nunca, como si se estuviera conteniendo de algo. No, también hay desesperación en sus ojos.

—Te dije que haría cualquier cosa por ti, Emily.

Entonces, Cole hace algo que jamás me imaginaría que haría por mí: caer de rodillas.

Cole cayó de rodillas por mí.

No son solo los ojos de un hombre los que me miran, no, es el mismo diablo dejándome ver arrepentimiento. Sus ojos son profanos.

La sorpresa me recorre todo el cuerpo, no sé qué decir.

—Cole...

—No tenerte cerca me consume de una manera en la cual no tienes ni idea. Ese día te alejé y, sin duda, fue lo más estúpido que he hecho. Por primera vez en mi vida no tuve el control de manejar las cosas. Y créeme, Emily, cuando te digo que si tengo que pasarme el resto que tengo de vida suplicándote para que me perdones, lo haré.— Sus palabras me golpean y mi estúpido corazón enloquece con cada palabra que sale de su boca.

—Eres un idiota.— Es lo único que logro decir, queriendo que siga hablando más. Las personas empiezan a murmurar a nuestro alrededor.

—No le temo a nada, pero en la forma en que te amo, es en una forma que me asusta, solo por el simple hecho de que me haces vulnerable. Si pudiera quitarme el corazón y así reparar el tuyo, sin pensarlo te lo entrego. Creo que ni el amor, incluso tampoco la obsesión es una palabra fuerte, para describir lo que siento por ti. . Dime que sí, Emily

—¿Qué pensarían sobre ti tus hombres si te vieran de rodillas?— Una de mis cejas se alza.

Una sonrisa ladeada se forma en su boca, mientras se mantiene de rodillas.

—Su jefe de rodillas ante su reina.

El amor no siempre es perfecto, a veces es un caos. Mi amor por él es más grande que todo, y en este momento me di cuenta de que estoy apostando una vez más. En su mundo, el amor siempre está en riesgo, y yo estoy dispuesta a tomarlo.

Él me ama a su manera, aunque no sea la más fácil de entender. Lo voy a aceptar y no importa la forma tan extraña de aceptar la profundidad de mi amor por él.

Cole Torrance me ama.

Mis manos tiemblan cuando tomo su hermoso rostro en mis manos. Siempre he pensado lo hermoso que es su rostro, con sus rasgos cincelados y su mandíbula afilada. Él evoca fascinación y, a la misma vez, peligro.

Con mis manos en su mejilla, lo pongo de pie. Cole, sin perder el tiempo, posa su frente en la mía mientras me agarra por el cabello con un poco de dureza, pero no me importa. Una de sus manos tatuadas acaricia con sus dedos mi mejilla izquierda, con suavidad, como si tuviera miedo a que desapareciera en cualquier momento.

—No pongas nunca mi amor en duda por ti. Tampoco te daré motivos para hacerlo.

Mis dientes se hunden en mi labio inferior mientras analizo sus palabras. Sin pensarlo dos veces, inclino mis labios hacia él, y él termina de capturar mi boca en la suya.

Peligroso Deseo +18 [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora