04

16.1K 1.2K 1.5K
                                    

Luego de lo que pareció ser el infierno mismo, los jugadores que pasaron a la siguiente ronda ingresaron a la habitación exhaustos y en silencio, la mayoría con el ánimo por los suelos.

Gi-Hun fue directamente a un rincón, intentando calmar sus sentimientos y aclarar su mente.

Más muertes, más víctimas, más sangre derramada.

Era nefasto.

Necesitaba tomar aire, necesitaba mojarse la cara y tener un momento de tranquilidad donde no tuviera que enfocarse en la próxima votación, en los próximos juegos, en las próximas víctimas y en los siguientes movimientos del miserable líder.

Ya no aguantaba más.

Observó a la distancia que todo su equipo se encontraba en el espacio de sus camas, donde siempre descansaban y hablaban. Ahí también estaba Young-Il, mirando hacia la nada. Él también debía estar bastante afectado.

Suspiró y pensó en lo que le había dicho antes sobre relajarse.

Realmente tenía ganas de saber qué era lo que Young-Il tenía en mente, porque la desesperación de no saber si saldría de ahí nuevamente con vida lo carcomía a cada minuto. No tenía ningún tipo de contacto con Jun-Ho y Woo-Seok, y si alguien de aquella isla los descubría y les sucedía algo por su culpa, no sería capaz de volver a mirar a nadie a la cara, porque así, finalmente, se terminaría por convertir en la misma mierda que eran todos los miembros y organizadores de esos asquerosos juegos.

Cómo los odiaba.

En especial a ese imbécil del líder.

Anhelaba tenerlo de frente, cara a cara, y decirle que...

─Gi-Hun.

Su atención se enfocó en Young-Il, quién había llegado a su lado sin siquiera percatarse.

Sonrió débilmente.

─Young-Il, ¿todo bien?

In-Ho negó, fingiendo aflicción.

─No, no creo que nadie pueda estar bien con lo que pasó, ni siquiera los que votaron por quedarse ─respondió, observando a Gi-Hun bajar la cabeza decaído.

Sonrió gustoso.

─Lo sé, es sólo que ya no sé qué decir o hacer. Esta situación es...

─¿Estresante?

─ Una pesadilla.

In-Ho asintió, desviando la mirada de un lado a otro por la habitación para asegurarse de que nadie los estuviera viendo.

Relamió sus labios, ahora mirando hacia las camaras de seguridad. Guiñó un ojo hacia ellas y volvió a mirar a Gi-Hun.

─¿Vamos a acostarnos?

Gi-Hun, aún distraído en sus pensamientos, levantó la cabeza de golpe al escuchar aquella pregunta, malpensando nuevamente las palabras de Young-Il.

Sus mejillas se colorearon─. ¿Qué?

In-Ho ladeó la cabeza, descubriendo de inmediato el doble sentido en la reacción del azabache, quién había malinterpretado ─No del todo─, su pregunta.

Carajo, se moría por tomarlo ahí mismo y hacerlo suyo delante de todos los inútiles jugadores y guardias para dejarles en claro a cada uno que Gi-Hun le pertenecía por sobre todas las cosas.

─Me refería a ir a dormir ─rió, aparetando inocencia.

Gi-Hun sintió el calor aumentar sobre su rostro, avergonzado por su descarado pensamiento.

Traición | In-HunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora