Cien Noches | YosoyPlex y Adridobylus

10. Huida de las islas

Capítulo 10

Huida de las Islas

Las tripas se me vuelven a revolver, y abrazo una vez más la taza del váter antes de echar a fuera lo poco que queda en mi tripa: algo parecido a Aquarius y un poco de arroz blando. En las últimas catorce horas, esta ha sido mi situación.

Un par de lagrimones me bajan por las mejillas, que están entre rojas por la vergüenza de que haya alguien viéndome en este estado y escocidas del rato que llevo llorando. Odio ponerme enferma.

—Venga Ali, no te preocupes, que ya desde luego no puede quedarte nada dentro.—Jopa me recoloca el paño húmedo sobre la espalda, la camiseta de tirantes está ya empapada.

Los chicos llevan turnándose para cuidarme desde ayer por la noche. Ahora, Borja y Plex se han ido a por cosas de comer y en busca de algún medicamento para cortar lo que sea que me está pasando. Adri está en la habitación de al lado, terminando de editar lo que se suponía que iba a hacer yo.

En algún punto de la noche me ofrecí a hacerlo, pero se desestimó la idea por parte de Borja, porque tenían miedo de que no pudiera apartarme a tiempo de las teclas.

—Que gracioso.—como puedo, porque estoy entre deshidratada y mareada, me aclaro la boca una vez más en el lavabo. Esto es asqueroso. Quiero ducharme, pero seguro que acabo teniendo otro accidente en la ducha.

En fin, otra idea para el cajón de las ideas.

—Estoy intentando animarte, idiota.—se queja Jopa. En realidad, tiene razón. Con lo asquerosito que es está haciendo un esfuerzo enorme por cuidar de mí. Y por mantener el humor positivo, que si no hace un tiempo que habría empezado a decir que echo de menos a mi mamá.

—Lo siento Jopalux, es que no estoy de mi mejor ánimo.—pone los ojos en blanco, pero con un gesto al aire me hace saber que no tiene importancia.

Llevo tantas horas encerrada en este cubículo de colores tropicales, que los diseños florales y aztecas de las paredes empiezan a difuminárseme. Me siento como si hubiera consumido setas y estuviera teniendo una alucinación, en la que el mundo se mezcla entre sí para crear una realidad alternativa.

Que nunca he probado las setas alucinógenas, pero desde luego tienen que ser una cosa así. ¿No?

—Si llego a saber que te ibas a poner así, no te enseño nada.— claro, porque fue el vídeo que me enseñó ayer por la tarde lo que desencadeno mi malestar. También puede ser que ya estuviera mala y que con lo que me enseñó se me terminara de revolver le tripa.

Es la primera vez que hablamos de eso desde que pasó, pues hemos estado ocupados con otros asuntos: fregar el suelo, ponerme paños húmedos, asegurarnos de que a ninguno de los chicos les dé un vahído de verme blanca como el papel...

—Bueno, cómo crees que me iba a sentar ver a un chico random teorizando sobre mi vida amorosa y menos leer los comentarios de miles de personas opinando al respecto.—la ironía de mi tono le arranca una sonrisa al andaluz.

Porque eso es lo que me enseñó, un vídeo de un afamado Tiktoker del corazón en el que exponía porque pensaba que Dani y yo éramos pareja a la luz de todos, y que se podía ver en muchos clips de la vuelta al mundo la conexión que tenemos. En mi opinión, se lo ha inventado completamente, teniendo en cuenta que somos Adri y yo quienes editamos los clips, nos aseguramos de que no aparezca nada raro.

De hecho, casi que me dolió más por el editor, pues él también presencio el vídeo en el mismo momento, y de alguna forma se sintió como si estuvieran diciendo que toda nuestra relación, hubiese sido mentira.