02

17.2K 1.3K 978
                                    

Cuando Gi-Hun abrió los ojos fue gracias a la estridente luz que parecía querer quemarle vivo.

Se levantó de la cama y observó que la mayoría ya estaba en pie.

Tomó aire con resignación y bajó los escalones mientras pensaba si el segundo juego sería el mismo de la vez pasada, porque si así era, tenía oportunidad de ganar y no cometer el mismo error de aquella vez.

─¡Gi-Hun!

Levantó la cabeza y vio a Jung-Bae correr hasta él.

─Jung-Bae, ¿qué pasa?

Su mejor amigo tomó un poco de aire y se detuvo a su lado expectante.

─He visto que varios aquí están formando equipos para los próximos juegos, así que pensé que nosotros podríamos unirnos, ya sabes ─movió sus cejas de arriba a abajo, ocultando levemente su nerviosísmo─. Tú eres el único aquí en el que confío, Gi-Hun.

El azabache sonrió ladinamente, sin mucho ánimo, y asintió─. Por supuesto, somos amigos. Te ayudaré y cuidaré en todo momento. No dejaré que nada te pase.

Jung-Bae sonrió con cariño y se abalanzó sobre Gi-Hun para darle un abrazo en agradecimiento.

Gi-Hun correspondió con unas suaves palmaditas en su espalda, aún pensando en la pesadilla que había tenido la noche anterior sobre el siguiente juego.

Negó para sí mismo y se separó con cuidado de su mejor amigo, sintiendo repentinamente una fuerte y penetrante mirada que le hizo voltear confuso hacia atrás.

001.

─Hola, ¿interrumpo algo?

Su mirada era pesada, dura, casi irritante, y Gi-Hun se preguntó a sí mismo qué lo había puesto así.

─No, sólo hablábamos ─contestó Jung-Bae sonriente─. Mi amigo aquí y yo seremos equipo de ahora en adelante.

In-Ho alzó una ceja.

─¿Equipo?

─Sí, la mayoría lo está haciendo, ¿no lo notaste?

In-Ho sonrió forzadamente.

─Sí, perdón, qué despistado ─contestó apático, volviendo a mirar de reojo a Gi-Hun─. Es sólo que no me fijo mucho en la gente que no me interesa.

Jung-Bae asintió lentamente.

─¿Y hay alguien que te interese aquí adentro? ─preguntó curioso.

In-Ho remojó sus labios e inconscientemente le echó una nueva y rápida mirada a Gi-Hun antes de responder.

Gi-Hun, por su parte, se mantuvo callado, pero no dejaba de prestar atención a la conversación de ambos hombres mientras esperaba a que los guardias ingresaran a la habitación para dar inicio al siguiente juego que lo tenía con los nervios de punta.

Necesitaba distraerse con algo.

─Sí, lo hay ─contestó finalmente─, pero prefiero guardármelo para cuando sea el momento indicado. Por ahora me basta con estar a su lado.

Jung-Bae abrió la boca sorprendido─. Vaya, sólo no te vayas a encariñar ─bromeó.

In-Ho negó.

─No es nada de eso ─murmuró, riendo sutilmente.

Gi-Hun desvió la mirada de la entrada y observó a 001, quién tenía sus ojos clavados en él.

Fue inevitable que se pusiera nervioso, porque, para ser sinceros, 001 era alguien que denotaba confianza, simpatía y seguridad, pero cuando sus ojos te enfocaban y te volvías víctima de su mirada; aquellas cualidades pasaban a segundo plano y eran reemplazadas por distintas encrucijadas que te envolvían y acorralaban en la profundidad de sus ojos. Estos parecían ver tu alma, y aunque no era fácil descifrarlos, Gi-Hun sentía que el hombre podía comérselo vivo si lo quisiera, porque no había nadie más misterioso y atrayente que él.

Traición | In-HunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora