anri x isagi

capitulo 12

Isagi estaba sentado en su habitación, ajustándose los botines después del entrenamiento matutino, cuando su celular comenzó a sonar. Miró la pantalla y vio el nombre de Kaiser.

Isagi: (Contestando) ¿Qué querés, Kaiser?

Kaiser: (Con su tono arrogante) Oh, Isagi. Tranquilo, no te pongas nervioso. Solo quería saber si ya estás preparándote para perder en Argentina.

Isagi: (Suspirando) Mirá, Kaiser, no tengo tiempo para tus boludeces. Decime qué querés.

Kaiser: (Riendo) Solo quería recordarte quién será tu rival más grande en el Mundial. Espero que estés listo, porque no pienso dejarte respirar en la cancha.

Isagi: (Con seriedad) Siempre estoy listo. Y cuando te enfrente, voy a demostrarte que el trabajo en equipo y la mentalidad superan cualquier arrogancia.

Kaiser: (Con burla) Palabras lindas, Isagi. Pero las palabras no ganan partidos. Nos vemos en Argentina, si es que sobrevivís hasta ahí.

La llamada se cortó, dejando a Isagi con una sonrisa desafiante.

Isagi: (Pensando) Kaiser, más vale que estés preparado, porque no pienso perder con vos ni con nadie.

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Antes de que Isagi pudiera retomar su entrenamiento, alguien golpeó la puerta. Al abrir, se encontró con Rin, que como siempre tenía esa mirada seria y distante.

Rin: (Entrando sin invitación) Necesito hablar con vos.

Isagi: (Cerrando la puerta) ¿Qué pasa ahora?

Rin: (Cruzándose de brazos) Mi vieja está de visita. Llegó hace un rato. Dice que quiere conocerte.

Isagi: (Confundido) ¿Tu mamá? ¿Por qué?

Rin: (Con un leve suspiro) No sé. Dijo que ha oído hablar de vos, que le interesa ver cómo son los jugadores de Blue Lock.

Isagi: (Sonriendo nervioso) Bueno... si querés, me presento.

Rin: (Encogiéndose de hombros) No es opcional. Viene en un rato.

Antes de que Isagi pudiera responder, Rin cambió de tema bruscamente.

Rin: (Con tono decidido) Por cierto, estaba pensando... Deberíamos armar un partido de entrenamiento con todos. Algo serio.

Isagi: (Intrigado) ¿Un partido? Me gusta la idea. ¿Cómo lo organizamos?

Rin: Vos y yo lideramos equipos distintos. Dividimos a los demás de forma equilibrada. Es la mejor manera de medir dónde estamos antes de viajar.

Isagi: (Sonriendo desafiante) Perfecto. Aunque ya sabés que mi equipo te va a ganar, ¿no?

Rin: (Frunciendo el ceño) Soñá, Isagi. En la cancha, voy a demostrarte por qué soy mejor.

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Unas horas más tarde, mientras los jugadores estaban dispersos por el complejo, Rin volvió a buscar a Isagi.

Rin: (Con tono seco) Vení, mi vieja está en la sala principal.

Isagi lo siguió, un poco nervioso. Cuando llegaron, se encontraron con una mujer de cabello oscuro y una postura elegante, claramente alguien que imponía presencia.

Mamá de Rin: (Sonriendo suavemente) Ah, vos sos Isagi Yoichi, ¿no?

Isagi: (Asintiendo) Sí, un gusto. ¿Usted es la mamá de Rin?

Mamá de Rin: (Riéndose) Sí, aunque a veces no parece que me reconozca como su madre.

Rin: (Suspirando) Mamá, por favor...

Mamá de Rin: (Ignorándolo) He oído mucho sobre vos, Isagi. Parece que tenés algo especial. ¿Cómo te sentís de cara al Mundial?

Isagi: (Con humildad) Estoy emocionado. Es una gran oportunidad, pero también sé que va a ser duro.

Mamá de Rin: (Con una sonrisa cálida) Esa humildad es buena. Pero acordate, en el fútbol, la confianza también lo es todo. Estoy segura de que vas a sorprendernos en Argentina.

Isagi agradeció sus palabras, mientras Rin observaba la escena con una mezcla de incomodidad y resignación.

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Al día siguiente, Rin e Isagi reunieron a todos en el campo de entrenamiento para anunciar su plan.

Rin: (Con seriedad) Vamos a hacer un partido. Vosotros contra nosotros.

Isagi: (Apoyando la idea) Es nuestra última oportunidad para entrenar bajo presión antes de viajar.

Barou: (Arrogante) Más vale que mi equipo esté al nivel.

Nagi: (Bostezando) Mientras no dure horas, estoy de acuerdo.

Chigiri: (Sonriendo) Suena perfecto. Hace rato que quiero probar mi velocidad contra todos.

Rin e Isagi dividieron a los jugadores en dos equipos equilibrados. El ambiente en la cancha se llenó de tensión, pero también de emoción. Era más que un simple entrenamiento; era una batalla para ver quién estaba más preparado para el Mundial.

Continuará…