anri x isagi

capitulo 11

Vayan a unirse al discord y no se vayan porque después ahí si los dejo sin cap un año entero 🥺

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Preparativos para Argentina

La sala principal de Blue Lock estaba llena de jugadores murmurando con entusiasmo. Ego apareció en las pantallas con su clásica mirada fría, ajustándose los lentes mientras todos guardaban silencio.

Ego: (Con tono autoritario) Escuchen bien, insectos. Tienen tres días. Tres días para afinar hasta el último detalle antes de que tomemos un vuelo a Argentina. Ahí, enfrentarán a los mejores jugadores del mundo en el Mundial Sub-20.

Los murmullos se transformaron en una mezcla de emoción y tensión.

Ego: (Continuando) Este no es un paseo ni una oportunidad para improvisar. O ganan, o quedarán marcados como fracasados. Prepárense para demostrar que Blue Lock es la fábrica de los mejores delanteros del planeta.

Barou: (Con arrogancia) Bah, fácil. Yo ya estoy listo. Ustedes no me hagan quedar mal.

Nagi: (Bostezando) Tres días... ¿No podríamos viajar hoy y ya?

Reo: (A Nagi) No seas flojo, Nagi. Hasta vos podés aprovechar estos días para mejorar.

Ego: (Ignorando los comentarios) Vayan. Entrenen, descansen o hagan lo que quieran. Pero no pierdan el tiempo. Nos vemos en la cancha.

Los jugadores comenzaron a dispersarse, cada uno procesando el mensaje de Ego a su manera.

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Después de la reunión, Isagi se quedó pensativo en el pasillo cuando su celular empezó a vibrar. Miró la pantalla y vio un nombre que lo sorprendió: Itoshi Sae.

Isagi: (Contestando) ¿Sae? ¿Qué hacés llamando?

Sae: (Con su tono calmado) ¿Qué hacés, Isagi? Solo quería felicitarte. Supongo que ya te enteraste del Mundial.

Isagi: (Sonriendo) Sí, estamos todos emocionados. Pero también es un quilombo, ¿viste?

Sae: (Riendo suavemente) Bueno, mejor que te acostumbres. Escuchame bien: en Argentina no vas a enfrentar solo a buenos jugadores, vas a enfrentarte a bestias. Si te quedás un segundo quieto, te pasan por arriba.

Isagi: (Con firmeza) Por eso estoy entrenando como loco.

Sae: (Con frialdad) Bien. Pero acordate de algo: Rin es tu compañero ahora, pero en la cancha todos son rivales. Si querés llegar lejos, no dudes en dejarlo atrás.

Isagi: (Tenso) ¿Dejar a Rin atrás?

Sae: (Con seriedad) Así es el fútbol, Isagi. Nos vemos en Argentina. Y espero que no me hagas perder el tiempo.

La llamada terminó antes de que Isagi pudiera responder. Las palabras de Sae se quedaron dando vueltas en su cabeza.

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Decidido a no perder el tiempo, Isagi se dirigió al campo de entrenamiento, donde Rin ya estaba practicando tiros con la misma intensidad de siempre.

Isagi: (Acercándose) Rin, ¿le damos otra vez?

Rin: (Sin mirarlo) ¿No te cansás nunca? Dale, que no pienso ir fácil.

Isagi: (Sonriendo) Mejor, porque tampoco pienso aflojar.

Ambos comenzaron a entrenar con una intensidad que pocas veces se veía. Practicaron tiros, jugadas combinadas y estrategias, empujándose al límite con cada acción.

Rin: (Con seriedad) No importa lo que pase en Argentina. Yo no voy a perder.

Isagi: (Con determinación) Ni yo.

El entrenamiento continuó hasta que las luces comenzaron a apagarse, indicando que ya era muy tarde.

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Cuando Isagi regresaba a su habitación, decidió pasar por el baño. Caminaba por el pasillo cuando, al girar una esquina, se encontró nuevamente con la hermana de Chigiri.

Hermana de Chigiri: (Sorprendida) ¡Ah! Vos otra vez...

Isagi: (Sonriendo) ¿Otra vez perdida?

Hermana de Chigiri: (Riéndose nerviosa) Más o menos. Aunque creo que ya no tanto.

Isagi: (Mirándola) Bueno, espero que no te estés metiendo en problemas.

Ella lo miró fijamente, como si quisiera decir algo más, pero se quedó callada. Finalmente, habló con un tono suave.

Hermana de Chigiri: (Con timidez) Sabés... vos tenés algo especial. No sé cómo explicarlo, pero... sos diferente.

Isagi: (Sorprendido) ¿Diferente?

Hermana de Chigiri: (Sonrojándose) Sí. Siempre estás tan enfocado, tan decidido. Es... inspirador.

Isagi sintió que sus palabras lo tocaban de una manera inesperada. Recordó por un momento a Anri, y un torbellino de emociones comenzó a formarse en su cabeza.

Isagi: (Mirándola fijamente) Vos también tenés algo especial. Cada vez que aparecés, me hacés pensar que hay más cosas importantes fuera del fútbol.

Ella se sonrojó aún más, desviando la mirada.

Hermana de Chigiri: (Con una sonrisa tímida) Bueno, creo que me voy a dormir. No quiero que Hyoma me encuentre por acá y me rete.

Isagi: (Riéndose) Mejor. Si se entera, no me va a dejar en paz.

Ambos se despidieron y se dirigieron a sus respectivas habitaciones, pero Isagi no pudo evitar quedarse pensando en ella.

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Al día siguiente, en el desayuno, Chigiri se sentó frente a Isagi con una expresión seria.

Chigiri: (Frunciendo el ceño) Che, ¿me querés explicar por qué mi hermana no para de hablar de vos?

Isagi: (Tosiendo nervioso) Eh... no sé, loco. Yo no hice nada raro, te lo juro.

Chigiri: (Mirándolo con desconfianza) Más te vale, Isagi. Porque si me entero de algo raro, no te la vas a llevar fácil.

Isagi: (Pensando) Esto no puede ser más complicado.

Continuará…