Capítulo 8
Islas Seychelles
—Ni de coña me subo yo en eso.—miro la avioneta que tenemos enfrente, un armatoste que parece una lata con alas.
Es que me niego. Eso es firmar nuestra sentencia de muerte, claramente.
Hace un par de horas aterrizamos en un aeropuerto isleño. Todos bastante secos, he de confesar. Adri de hecho se ha quedado dormido en un banco un buen rato hasta que Dani y yo hemos ido a despertarle.
Una linda imagen encontrárnoslo con las manos en sus partes íntimas. Más agradable aún ver cómo nos perseguía intentando tocarnos con esas mismas manos. En fin, las ocurrencias del editor.
No nos hemos alejado mucho de la terminal, pero tampoco nos ha hecho falta para poder admirar el paisaje. Era literalmente sacado de una película de aventuras. Me ha recordado un montón a Hawaii, cuando estuvimos visitando el set de grabación de Jurasic Park.
Después de grabar una intro bastante reventados y de que Plex decidiera ducharse en el agua torrencial que caía del tejado, hemos vuelto a entrar en el aeropuerto y nos disponemos a meternos en una avioneta rumbo a nuestro destino final.
Una camiseta del Madrid mojada me cae sobre el hombro.
—Aguántala un segundo.—me pide Plex, que comienza a pasarle nuestras maletas a una de las azafatas.
—No, no.—niego con la cabeza.—Dani, de verdad que no pienso montarme en ese cacharro.
—Si Alicia no se sube, yo tampoco.—Jopa se cruza de brazos a mi lado. Bueno, me alegra saber que alguien está de mi parte en esta situación.
—No seáis llorones.—Adri pasa a nuestro lado, rascándose los ojos aún por el sueño. Aunque no parece muy convencido pese a la seguridad de su tono.
—Os tenéis que subir, porque no hay otra.—nos recuerda Dani, haciendo uso de su famosa paciencia.—Si no, hubiéramos ido en barco, no tengáis duda.
Ya claro.
Frunzo los labios en un puchero, aunque no sirve de mucho. Al final Jopa se acaba rindiendo y siguiendo a Borja al interior del avión cuando una azafata nos apura para que entremos en el armatoste.
Yo no voy a ser así.
—No gracias.—Dani me mira con ojos de cachorrito, por si por algún casual funciona. Pero no. No me voy a dejar engañar tan fácilmente.—Me da miedo, de verdad. No parece nada seguro y no quiero que nos pase nada. A ninguno de los cinco.
—Venga Ali, te prometo que me siento a tu lado y así verás cómo no te das cuenta.—pasa su mano por mi hombro para quitarme la camiseta mojada que ha dejado antes ahí, aunque eso no hace más que empeorar mis nervios.
—Prefiero quedarme aquí sola tres días, te lo juro.—el chico sostiene mi mentón, para poder mirarme a los ojos.
—No vamos a dejar que te pase nada, ¿vale? Confía en nosotros.—me da tanta vergüenza estar montando esta escena. Quiero que la tierra me trague y a ser posible no me saque a la luz en los próximos trece años.
—Venga Ali.—los dos nos giramos de golpe. Adri se ha asomado por el hueco de las escaleras de la avioneta y viene en nuestra dirección.—Cierra los ojos, coge aire y danos la mano.
Esto no me está pasando a mí. Es todo una ilusión, sin ninguna duda.
Así es como, con los ojos cerrados y con una mano dada a Dani y otra a Adri, que consigo montarme en el cacharro con alas. Cuando coloco mi culo en el asiento, los otros pasajeros, alentados por Borja y Jopa, me dedican una ovación de aplausos.

ESTÁS LEYENDO
Cien Noches | YosoyPlex y Adridobylus
FanfictionDiez meses han pasado desde que se acabo la vuelta al mundo. Y diez meses, es mucho tiempo. Cuando Plex, Adri, Borja y Jopa comienzan a dar la tercera vuelta, no pueden olvidarse de su editora favorita: Alicia. PARTE II: OCHENTA DÍAS No es impresci...