Instinto Animal [Dedsafío 3]

Híbrido.

La nariz del pequeño animal se movió y sus bigotes también lo hicieron gracias al viento, sus patitas se colocaron en el borde de la canasta mojada e ignorando la lluvia que las empapaba, apoyó la cabeza sobre estas. Un suspiro salió de su hocico al ver lo que esperaban después de tantas horas volando.

Las tierras de Dedsafío y la montaña de Eón, un lugar que había sido profanado nuevamente por el enemigo de los protectores de esa tierra; Revil.

No conforme con haberse robado la ruleta la primera vez, el ser maligno ahora se había hecho con el Cetro Ancestral, un poderoso objeto que se formaba a partir de la ruleta original, por lo que si la primera vez Revil era peligroso, ahora lo era mucho más.

Fue por eso que Eón decidió acudir nuevamente a los guerreros que ayudaron a vencerlo la primera vez y decidió sumar a unos cuantos más, ya habían hecho lo necesario para vencerlo una vez y estaba seguro que todos estaban dispuesto a ayudarlo una segunda.

La nutria con la cinta colombiana en la cabeza se apoyó en el borde de la canasta junto a su hermano y le hizo un pequeño sonido para llamar su atención, el contrario no lo miró, simplemente agachó la cabeza.

—¿Estás seguro que estarás bien?— preguntó mirando a la nutria de lentes y bandana roja, quien suspiró ante su pregunta.

—Mientras tu y los chicos estén conmigo, lo estaré— contestó con un asentimiento. Parce Nutria también lo hizo.

Los guerreros habían sido solicitados desde distintas partes del mundo, desde las regiones más cercanas a las más lejanas, y la mayoría había llegado en medio de una tormenta que sacudía la tierra, todos subieron la montaña, ansiosos por ser nuevamente convocados por el anciano de caparazón, y otros emocionados por ser su primera experiencia en el lugar, pero había uno en especial que estaba más entusiasmado que los demás.

Spreen ni siquiera esperó a los híbridos, humanos y otros seres con los que compartía vida diariamente, en el momento que la montaña entró en su campo de visión una chispa de energía se encendió en su pecho y casi por inercia sus pasos comenzaron a apresurarse hasta que terminó corriendo en su dirección mientras una gran sonrisa se formaba en su rostro. Crisgreen y Conter, los otros híbridos del equipo, intentaron alcanzarlo a base de saltos, el conejo logró rebasar a la rana, más no alcanzar al oso.

El híbrido llegó a la montaña, corriendo y esquivando las enormes grietas que Revil había provocado en la cima al robar el artefacto, y sin importarle que su traje se estaba llenando de césped y lodo, llegó al escenario donde lo esperaban Eón junto con un ¿unicornio?

—¡Hola, hola, soy el primero, llegué soy el primero!— anunció eufórico y moviendo la cabeza en todas direcciones, esperando ver a las nutrias, pero por lo que veía a simple vista, no había ninguna.

Alzó una ceja al ver el escenario y visualizar mejor al unicornio, parecía ser antropomorfo, pero contrario a los híbridos, parecía conservar su físico animal, aunque eso no le impedía caminar en dos patas.

—¿Y ese bicho?— preguntó en voz alta al momento de sentir como el resto de guerreros llegaban a su espalda.

—Bienvenidos a todos, guerreros— dijo el unicornio al ver como todos llegaban al lugar, sorprendiendo a muchos— Rápido, acérquense rápido, todos— pidió con algo de ansiedad— Sé que su convocatoria fue... improvista, pero si ustedes fueron solicitados con su presencia, fue porque es una emergencia.

El unicornio, que posteriormente se presentó con el nombre de ÑOPG, explicó los sucesos de los últimos días, como Revil había vuelto a sus fechorías y ahora el mundo estaba en peligro nuevamente. Además dio una breve resumen de lo que había sucedido en años anteriores para quienes no conocieran la historia, pues si bien Revil había tenido esclavizada a una gran parte de la región por décadas, lo cierto es que la mayoría parecía no tener idea de porque, solo sabían que un grupo de guerreros, nutrias y un anciano lo habían detenido, pero nada más.