Ochenta y ocho.

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Narra Celia.

Quedamos solos y Pablo y yo nos pusimos a recoger lo que quedaba en la mesa.

- Que mierda todo, ¿no? - me dice mientras mira el vestido y su mancha.

- Estaba claro que ese guarro iba a intentar algo, pero nunca pensé que fuera a llegar a algo más. - le digo mientras entro en la habitación y posteriormente en el vestidor. Dejo los stilettos en su sitio y deslizo el vestido hasta el suelo, quedando solamente con el tanga. Voy a la parte de armario que corresponde a mi novio y cojo una camiseta suya de de entrenar, de algún año anterior.

Salgo de nuevo hacia el salón y veo que mira el vestido que llevo en las manos. - Tendré que llevarlo a la tintorería. - le digo.

- Se lo metería por la boca al cerdo ese y posteriormente le diría que los hombres como él ni son hombres ni son nada. -

Asentí mientras metía el vestido en una bolsa para llevarlo a lavar al día siguiente. Con el tema de las plumas no podía lavarlo yo en casa. Sería imposible.

Me siento a su lado en el sofá apoyando mi espalda en su pecho y él me abraza por los hombros. - A Leo le gusta Ainhoa. -

Su cara cambia. - ¿Qué? ¿Enserio? -

- No sabes cómo se puso cuando la vio ahí tirada y ella dijo por qué había sido. Salió pitando del baño y le dio una paliza considerable. -

- Joder. -

- Lo está pasando mal. Y como que me echó en cara el que ella y Álex estuvieran juntos. -

- ¿Y eso por qué? -

- Bueno...me vino a decir que están juntos porque nosotros lo impusimos. -

- A Álex ya le gustaba de antes, y ella tenía novio. -

Le miró y asiento. - Lo sé gordo, pero también le entiendo. Cuando te gusta alguien como le gusta a él, eres capaz de cualquier cosa. -

- Eso sí. -

Al día siguiente nos fuimos juntos a la ciudad deportiva, después de pasar el terremoto de la noche anterior.

- Si sabes algo de Álex, me dices. - le doy un beso a Pablo y subo hacia el estudio.

Entro y solamente está Diego y está mirando algo en el ordenador. - Es noticia. - me enseña lo que estaba mirando y veo el titular.

" El presidente por los suelos."

"Ayer se celebraba la cena navideña de medios del Fútbol Club Barcelona. En ella veíamos a toda la directiva del club, a periodistas de todos los países y por supuesto a la gente que prepara el documental "La nueva era".

La noche iba bien. No sobraban ni los canapés, ni las copas de vino o champán. El presidente había dado un discurso y había brindado por que en el año nuevo no hubiera lesiones y hubiera algún título más que en la temporada pasada.

La noticia viene cuando sobre las doce y media de la noche, un miembro del equipo del documental, Leo, es su nombre, aparece como un miura y le propicia un puñetazo a Joan Laporta. Después de este, vino otro, y otro. Consiguieron llevarse a este individuo, mientras que el presidente era consultado por algún periodista con conocimientos en primeros auxilios.

La cosa no quedó ahí. Exactamente cuarenta y cinco minutos después, el presidente volvía a recibir un puñetazo, pero esta vez sí conocíamos a quien le había dado de puños: Alejandro Balde, el joven jugador del primer equipo.

Veíamos como Pedri y Gavi se lo llevaban a la fuerza, al grito de: "Estás muerto, hijo de la gran p***"

No sabemos lo que pasó, solamente que Laporta acabó con la cara toda magullada, y con los miembros del documental, abandonando el acto y Montjuic."

Atracción (Pablo Gavi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora