Jane Verne
El follaje de los árboles se había marchitado, podía ver más hojas naranjas y secas caer en el suelo como frutas maduras. Al fondo estaban los colores del crepúsculo, se fundían y me cegaban, los amarillos y naranjas me hacían tal ruido visual que hasta en el interior de la casa, mirando a través del cristal, sentía el pesar de mis pestañas sobre mis ojos. Estaba completamente aturdida, las voces se escuchan distantes y al mismo tiempo bullosas, estaban en mis tímpanos totalmente reprochantes, unas reclamaban el mal que hice y entonces las demás eran eclipsadas.—¡Ya basta!—exclamé con la voz furica. Entonces todos se quedaron callados—Eris, te estamos dando soluciones, tomalas o déjalas.
—¡No es así de simple!—vociferó la colorada. Padme tenía la mano izquierda sobre los ojos y el codo sobre el resposa brazos del sillón. Se lamentaba internamente.
—¡No es simple para nadie, es la solución más sensata!—repuse.
Sentía un calor que me incendiaba la lengua y la garganta, me estaba sacando de mis casillas. Hasta Padme intentaba guardar la calma y Eris solo ponía problemas. Supe que mi rabia era notable y palpable cuando Damián me agarró de la muñeca y me dedicó una mirada de "cálmate".
—Anda al baño y lávate la cara con agua fría—me indicó el azabache en el oído.
Me levanté sin dar explicaciones.
Camine en zancadas hasta el baño donde una inmensa paz me inundó cuando todo fue silencio y el sonido del agua corriendo por la cerámica el lavabo. Note cierto dejo de horror en mi rostro pues estaba espantada de tanta agonía. Estuve al menos diez minutos, necesitaba relajarme y pensar en que hacer hasta que finalmente me digne a salir más calmada. Cuando puse un pie fuera del baño sentí una inmensa extrañeza y confusión invadir mi mente, seguía escuchando las voces hablando entre ellas pero ahora habían pequeñas frases, susurros, cosas que parecían florar en el aire que venían difusas de la mente de cada uno. Escuchaba la voz de Poe decir "Blanca, Blanca" y era extraño porque Poe en su voz que los demás escuchaban en el oído humano solamente se refería a mí como "Jane". Entonces la voz de Eris se hartaba, decía "Azizi, se llama Azizi" sin pronunciarla.
Totalmente despavorida y desorientada llegué a la sala. Instintivamente dirigí mi mirada hacia Padme, entonces todo se calmó y solo pude escuchar algo en mi mente.
"Mamá y papá, mamá y papá" y empecé a ver a mis padres muertos de las peores formas.
Y finalmente entendí algo.
Estaba escuchando sus mentes y ahora estaba viendo el peor temor de Padme: la muerte de mamá y papá.
—Aceptaremos—dice Padme finalmente, luego mira a Eris—yo lo hare al menos. No dejaré que mis padres estén en el peligro.
Eris no gesticuló palabra alguna, solo podía ver y escuchar pequeños momentos rápidos y sonoros en mi mente que se desvanecían, miedos, dolores, angustias y finalmente algo cuando ella bajo la mirada; emoción.
Me senté junto a Damián, estupefacta. Él pareció notarlo pero solo me dedicó una mirada que no supe identificar.
—¡Perfecto! Ahora sus vidas serán mejores, créanme—pronunció Poe para luego guiñarle un ojo a Padme que desvío la mirada.
Quedamos en juntarnos esa noche en el bosque.
Damián Fox
Era absurdamente irritante escuchar las quejas de Eris y Padme, más que nada Eris que se notaba estúpidamente enamorada de Azizi, los celos, la preocupación y esa tonta mirada de cariño dibujada en sus iris verdes me sacaba de quicio. La forma en la que pretendía estar ofendida e indignada de la situación cuando en sus adentros se alegraba, en ella había algo oscuro a diferencia de Padme que parecía ser pura inocencia y curiosidad aún con ese brillo reservado y enigmático que se encontraba en la mirada de Azizi. Cuando finalmente las dos cotorras aceptaron sentí que mi mente y mi alma volvían a mi cuerpo, estaba aburrido, adolorido, estresado y con ganas de aplastar el cuello de esas dos con mis...
—Lleva más de dos horas ahí, Damián, ¿no crees que le pasa algo?—habló Poe. Estaba en una posición muy extraña pues estaba de cabeza en mi cama con el cabello hacia bajo, yo estaba tendido con las piernas extendidas esperando a que ella saliera—no sé, solo digo.
Azizi llegó a mi casa con una expresión de estar volviéndose loca, se encerró en el baño de mi habitación y empezó a vomitar, podía escucharla.
—Se va a deshidratar—dice Poe
—Estudia medicina, sabrá que hacer en ese caso—dije bastante bastante tranquilo
—¡Damián, va a morirse!—espetó el rubio
Y yo no sabía muy bien que hacer.
—Que suelte todo, está demasiado nerviosa y luego se sentirá mejor. Le daremos agua y algo de comer—respondí con simpleza—si la sacamos ahora es probable que nos haga explotar.
Aún me costaba procesar el hecho de que Azizi era un ser sobrenatural. Me encantaba.
—Ella es impresionante—dice Poe con una risa traviesa —aunque eso lo debes saber mejor que nadie.
Yo sonreí en mis adentros. Esa mujer era lo más valioso en mi vida.
Esa oscuridad que se balanceaba con su rostro inocente, pasivo, sus miradas enigmáticas y la manera en que hacia muecas discretas cuando algo le desagradaba. El tono blanquecino de su piel que me invitaba a rasguñar, marcar, palpar. Sentía que podía sacarla eternamente, hacer obras de arte sobre ella, sacar a relucir todo ese mal que se guardaba en sus adentros.
Esa mujer sería mi perdición.
No sabía si era su naturaleza atrayente y embriagante o la manera en la que me miraba. No tenía idea.
Solamente la quería para mí, así debía ser.
Imaginar a Azizi haciendo todo lo que hacía un noveno me volvía loco.
La puerta del baño dejando ver a una Azizi con el cabello desordenado y las manos hechas puños.
—¿Estás mejor?—preguntó Poe mientras se sentaba en la cama.
Entonces los dos pudimos notar algo diferente en ella.
Tenía la mirada sombría, amenazante. Unas venas oscuras recorrer su cuello, finas y largas que se extendían hasta su mandíbula. Sus manos se extendieron dejando ver unas uñas más afiladas y gatunas, el cabello de un ligero tono más plateado, parecía plata misma.
Incluso se veía más alta, más atractiva.
Ella se sentó junto a nosotros y nos dedicó una mirada llena de locura, parecía que algo se había roto en ella.
—Tengo que contarles algo.
Y de ahí en adelante todo se volvió una locura.

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DEVIL [Damián Fox y tú]
HorrorSuponiendo que no fue Padme, sino la hermana de Padme, Azizi, la que cayó en ese mundo, la que en una novena se convirtió debido a su curiosidad y debido a ese oscuro secreto que es Damián. Tal vez hay algo más en ella, algo más oscuro que su apare...