•Colección de oneshots con actrices tailandesas.
•Variación de ships.
•+18 todos (aunque habrán algunos que no contengan escenas de sexo).
•Puede haber o no g!p.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador omnisciente.
LookMhee había descubierto de manera peculiar el extraño — no tanto — gusto que tenía su mejor amiga hacia su pene.
Todo surgió cuando un día, luego de pasar bastante tiempo observándola detenidamente, notó que su mejor amiga, Sonya, siempre llevaba cosas a su boca. Ya sea el dije de la cadena que colgaba de su cuello, las llaves de su casa (asqueroso si lo pensaba), sus dedos, uñas, lapiceros, lápices, etc.
Siempre que le dirigía la mirada, ella se encontraba con algo en su boca.
Una vez con toda la duda decidió preguntar.
Flashback.
Ambas amigas se encontraban en el sofá perteneciente a la casa de Sonya, ambas desparramadas mirando la televisión, hasta que la mayor rompió el silencio.
—Oye... He notado algo últimamente, pero quiero que me lo confirmes— Look llamó la atención de Sonya.
—Claro, ¿Respecto de qué?— devolvió con curiosidad.
—Verás... He notado que siempre te llevas todo a la boca, no digo que esté mal, de hecho me recuerdas a un bebé.
La menor soltó una risa mirando a su mayor, notando que lo dicho era cierto, en estos momentos se encontraba mordisqueando la carcasa de su teléfono.
—Mmm... Digamos que tengo una... ¿Como decirlo? ¿Necesidad? Tal vez, de tener algo ocupando mi boca la mayoría— luego de lo dicho, la mente de la mayor comenzó a correr a toda velocidad.
Efectivamente, su sucia mente había mal pensado lo dicho por la otra mujer. Llevando su imaginación a lugares lejanos, imaginando a la mujer chupando su pene con ansias, así como lo hacía con los objetos que llevaba consigo.
Fin del flashback.
Luego, cuando en una noche de tragos en su casa, Lookmhee— quien estaba un poco tomada — vió a su mejor amiga mordisqueando el sorbete de su vaso.
—¿Por qué mejor no me chupas esta?— nunca había sido una persona recatada con sus palabras, si tenía ganas de decir algo lo decía.
Las mejillas ajenas se colorearon de rojo rápidamente debido a la sorpresa de lo dicho.
—¿Q-qué...?— es lo único que su boca pudo articular.
—Lo que escuchaste, me pone nerviosa que chupes demasiadas cosas. Así que... ¿Por qué no me chupas el pene también?— sabía que lo que le estaba diciendo la estaba dejando como una prostituta, pero a esta altura no le importaba, además el alcohol no la ayudaba en mucho.