Ochenta y siete.

3K 174 20
                                    

Narra Celia.

Estábamos alucinando. Después del partido que habían hecho en Alemania, ahora mismo estaban perdiendo en Montjuic contra el Leganés y quedaban apenas minutos para que se terminara.

Pablo había jugado 20 minutos pero estaba desesperado porque no les salía nada hoy.

Pi.
Pi.
Pi.

Final del partido y no aprovechas el empate del Madrid de ayer y te viene la semana que viene el Atlético para ponerse líder.

Vemos a los jugadores saludar a la grada y yo me fijo en mi novio que no puede más.

Me acerco a él y me acoge en sus brazos. - Te veo en un rato nena. - me dice algo cabreado por la derrota.

- Cinco puntos de dieciocho. - me dice Diego y yo analizo lo que me dice y no es nada bueno. El equipo ha bajado en la liga mucho. En Champions estamos sorprendiendo y aquí parecía que estaba todo bien y como que no.

Salimos del campo y yo fui hasta el coche a esperar por mi novio. Me subo al asiento del conductor y minutos después oigo la puerta contraria a la mía abrirse. - Oficialmente hemos tirado la liga a la basura. -

- Aún queda mucho. - digo para quitarle un poco de hierro al asunto.

- Que no rubia, hazme caso, que en los últimos años hemos hecho las cosas así y nos ha ido fatal. -

- Queda el partido gordo de la semana que viene y contra grandes os ha ido mejor este años. -

- Mañana nos va a dar bien en el entreno. - dice pasando la mano por los ojos, yo me río y ya acelero para salir del estadio.

Al llegar a casa, nos cambiamos y nos metemos en la cama.

Siento besos por mi cuello. Parecía que no había dormido nada. - Mmmm... -

- Rubia, me tengo que ir ya. - abro los ojos poco a poco y ya veo a mi novio vestido para irse a entrenar.

Miro la hora en el reloj despertador y son las nueve menos cuarto. Yo hoy no trabajaba, era domingo. - Vale, yo me voy a quedar en la cama otro ratito. -

Me sonríe y ya se va dejándome la cama para mi sola.

Abro los ojos a las diez de la mañana. Me levanto y me visto con ropa de deporte. Echo muchísimo de menos lo de correr, pero aún me quedan unos pocos meses para poder empezar a correr, por el momento cada vez que voy a rehabilitación acabo caminando encima de la cinta, así que me iré andando hasta la ciudad deportiva. Es una media hora caminando. No es tanto.

Preparo un batido de proteínas y conecto mis AirPods, pongo a funcionar el Apple Watch y después de ponerme el abrigo, salgo de casa.

Hace fresco en Barcelona, pero se está bien para caminar.

Escuchando música de Melendi, llego a la ciudad deportiva. Guille, el guardia de seguridad de los fines de semana me reconoce y me deja entrar.

Hoy los del documental no trabajamos por ser domingo, pero oigo a Hansi dando órdenes en el campo. Ayer no pudo estar en el banquillo y contra el Atlético tampoco.

El propio Flick es el que me ve. - ¿Celia? ¿Como tú por aquí? -

- He venido dando un paseo. -

- ¿La rodilla? -

- Bien, respondiendo bien. -

- Me alegra mucho. - me da un apretón cariñoso en el brazo.

Los veo corriendo. - ¿Cuántas llevan? -

Atracción (Pablo Gavi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora