Abro con cuidado la puerta y primero meto mi cabeza buscando alguna señal de vida. Al ver la sala vacía y el recibidor sin ninguna chaqueta o llaves de casa, entro con más tranquilidad. Subo a mi habitación y me quito el uniforme. Dejo mis apuntes en la mesita donde hago las tareas y busco mi pijama.
Voy al baño a cepillar mis dientes después de haber comido cinco sándwiches de pavo con salsa y haber bebido dos vasos de chocolate. Definitivamente, hice bien en acepar la invitación de Kasia a comer en esta sandwichería peruana que es mi favorita.
Quiso que le cuente un poco de mi relación y tuve que engañarle que estuvimos hablando todo este tiempo a distancia con Ryker. Odiaba mentir y que lo hagan, pero no podía dejar que sea el centro de burlas por un tiempo, apenas era inicio de año.
Al levantar mi cabeza y verme en el espejo luego de tener los dientes limpios, me doy cuenta de que sí me veo muy delgada. El bronceado que tome en el verano es lo que oculta mi palidez, la cual mi hermano mencionó mucho en el viaje.
Cierro la puerta del baño y me subo a la cama buscando a los pies de ella, en mi baúl de cosas importantes, una cámara que contiene fotos de mis vacaciones. Le quito la memoria y la conecto a mi laptop.
Tenía una pequeña página web de paga donde subía fotografías que tomaba siempre que salía a algún lado. Tenía pocos seguidores que me pagaban muy bien y podía cambiar el monto de dinero cada vez que yo quería.
Una llamada entra a mi celular y veo que es mi hermano.
—Hola —contesto con nerviosismo.
—¿Cómo estás?
—Bien, aunque prefiero estar aún en la playa. ¿Qué tal tu nuevo ciclo escolar?
—Si sacas buenas calificaciones,te llevaré al Caribe en las vacaciones de invierno. Sé que en América Latina es verano para esa época. Y con respecto a la escuela todo va bien, recién empieza y hasta el momento todo está tranquilo.
—Genial, no te distraigas con chicas.
—No, por el momento nadie me ha robado el corazón.
—Ya, claro, es de las mejores universidades del mundo, con chicas lindas.
—Tú lo dijiste. Bueno, ¿sabes que Ryker ha llegado a la ciudad? Le dije que pase a verte al rato...
—Ryker, eh, no, no sé nada, solo salí de la escuela y fui a comer con Kasia, no he ido por su vecindario.
—No es necesario que vayas, él irá a verte. Aunque no está mal que le hagas compañía, ya sabes, por si necesita apoyo emocional.
—¿Me lo dices a mí?
—Obvio, no quiero que se deprima. Es una lástima no estar ahí con él para sacarlo a jugar básquet un rato al campo del pequeño club.
—No iré a jugar con él.
—Solo digo que vayas a verlo al menos una vez a la semana.
—Lo intentaré.
—Le puedes decir que te ayude con tu tarea de ciencias, sigue siendo un genio con las fórmulas.
—Y no olvidemos sus pinturas.
—Sí, eso también.
—Bueno, veré qué puedo hacer, trataré de darme un tiempo.
—Okey, gracias. ¿Qué haces ahora?
Miré la cámara.
—Subo las fotos del viaje a la página.
—Genial. No te olvides de poner tu firma para que nadie robe tus fotografías, y los derechos también.
—Eso hago, hermanito.

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Somos Arte
Teen FictionLa vida amorosa de Gia está por los suelos. Descubrió a su novio engañándola con su mejor amiga, y luego de unas largas vacaciones de verano empieza su último año de preparatoria donde tiene que enfrentarse a esta nueva pareja. Así que para demostra...