Cien Noches | YosoyPlex y Adridobylus

6. Estambul

Capítulo 6

Estambul

—¿Tú te vas a poner pelo?—Jopa me mira de arriba a abajo, como si acabara de decir una de las mayores gilipolleces de mi vida. Y mira que digo muchas.

—Llevo el peinado de Anuel, pero no estoy calvo.—bueno, eso es lo que él dice. De reojo me fijo en sus entradas, que distan ligeramente de lo ideal.

Supongo que yo tampoco soy perfecta, así que no tiene mucho caso opinar.

—Moved el culo, que perdemos el vuelo.—nos grita Borja. Ha activado ya su modo organizador y nos ha tenido corriendo por el aeropuerto desde las siete de la mañana.

Ni que fuéramos a competir en una maratón.

El día de hoy, o bueno, la continuación del día de ayer, mejor dicho, está empezando increíblemente mal. No hemos dormido absolutamente nada, porque encima de nuestra habitación había una obra, así que cada medio minuto oíamos un ruido infernal de clavos y martillos.

O eso ha dicho el recepcionista del hotel, porque a nuestro parecer los de arriba estaban teniendo una noche de pasión mientras nosotros intentábamos descansar.

Y ni siquiera nos han invitado.

Lo siento, llevo mucho tiempo con Borja al lado.

Y ahora vamos con retraso al avión. El control de maletas está atestado de personas, y nuestro embarque va a comenzar pronto. Lo bueno es que llevar la cámara fuera siempre hace que la gente nos deje pasar, no vaya a ser que si seamos famosos.

Lo malo, que siempre nos ponen doscientas pegas, a Jopa le toca sacar todas las baterías y cargadores y de cuando en cuando se piensan que una de las lentes es una bomba nuclear o algo parecido.

De hecho, parece que vamos a conseguirlo en tiempo record. Al menos hasta que bloquean a Adri.

Es imposible que todo salga bien.

—Verás, a saber que lleva el Adri ahora.—se ríe Borja a mi lado. No sé cómo, pero pese a la situación estamos aguantando de bastante buen humor.

Y eso que a mí el sueño no me hace bien.

—Este chico es tan random. Igual lleva especias o algo y se han pensado que es otra cosa.—bosteza Dani.

—No lo invoques, que pasa y verás en el lío que nos metemos.—el famoso me mira desde arriba, encogiéndose de hombros cuando nuestros ojos hacen contacto visual.

¿Se ha puesto tenso el aire o soy yo?

—Chavales.—el grito del editor hace que deje de replantearme la existencia y cambie mi foco de atención completamente. Entre bandejas y un par de guardias de seguridad, Adri nos indica con un gesto que nos acerquemos.—Que me han encontrado una bala en la maleta.

Perdón, ¿qué?

—¿Por qué mierdas llevas una bala?—soy yo, ¿o estamos locos? Jopa y yo vamos corriendo hacia él, cómo si eso fuera a solventar algo.

—Creo que está ahí desde que fuimos a Estados Unidos el año pasado.—Dios mío.

Los guardias de seguridad empiezan a interrogarnos y hacernos preguntas, cada cual más rara de la anterior. Hasta que llega un punto en el que uno de los que parece tener un cargo superior, nos pide que nos vayamos, que si no vamos a estar todos metidos en un grave problema.

Adri nos mira nervioso, está claro que no quiere quedarse sólo. Y también está claro que no le vamos a dejar aquí tirado en medio de la India.

Sería una locura.