Capítulo 5
India
Un vuelo horrendo, la mente en cualquier lado menos en donde tiene que estar y un peligroso camino en taxi después, estamos en la India.
Los cinco compartimos habitación esta vez, pero excepcionalmente hoy no hay ni una sola pelea por apagar la luz o usar el baño. Caemos como moscas en la cama nada más llegar.
Y eso que los ronquidos de Borja no son de lo más agradable.
Antes de comenzar a viajar, mis noches estaban llenas de pesadillas. Pero o el agotamiento físico o estar rodeada de gente que me hacen sentir segura, han conseguido que las últimas noches sean un fondo negro.
Y lo agradezco.
En mitad de la noche, me levanto para ir al baño. Y aunque por un instante parece que los chicos van a despertarse, solo Adri se da la vuelta en la cama.
Podría ser espía de lo sigilosa que soy.
En el espejo del cubículo, me lavo la cara con un poco de agua fría. Por mucho que tengamos el aire acondicionado encendido, la humedad del ambiente hace que tenga la frente bañada en sudor.
Mi reflejo me devuelve la vista. Estoy ojerosa, culpa de que sea de madrugada. Pese a eso, siento que tengo un mejor aspecto que en California.
Mi piel sigue tostada, por las horas de sol y buena temperatura. El pelo me ha crecido desde el año pasado, pero sigue llegando justo a la altura de mi pecho. Con una gomilla lo recojo en un moño desaliñado.
Igual así deja de molestarme.
Vuelvo a mojarme la cara, dejando que algunas gotas caigan por mi nuca y muñecas. Un truco infalible si quieres refrescarte.
La puerta, que he dejado entornada, se abre lentamente.
Por instinto, me coloco en posición defensiva. Los chicos estaban durmiendo, y ¿quién me asegura que no sea un extraño?
El pulso se me acelera mientras me preparo para romperle la nariz a quien haga falta. Nunca he pegado a nadie, pero si Dani el pacifista, fue capaz de hacerlo en la Velada... Yo también puedo.
—¿Estas bien?—la pregunta llega a la vez que lanzo mi golpe, pero por suerte, Plex lo para con la palma de su mano.—¿Se puede saber qué te pasa?
Que pensaba que ibas a matarme.
Mis nudillos envueltos en su mano derecha, son lo único que le separa de un maratón en el pecho. Su altura es lo único que lo ha salvado de no grabar el resto de vídeos con un ojo morado.
Hubiera sido gracioso de explicar.
—Pensaba que eras un asesino.—me siento ridícula. Porque lo soy.
—Lo hubieras aniquilado.—se burla en un susurro.—Buen gancho, AliAli. ¿Has estado practicando?
—Para ganarte la próxima vez.—pongo los ojos en blanco. El YouTuber deja ir mi mano con la sonrisa amplia de siempre.—No quería despertarte. Pero me estaba muriendo de calor.
—Está bien, yo también quería refrescarme y beber algo de agua.—entra del todo en el baño, y despacio, para que no haga ruido, cierra la puerta.
¿Soy yo o empieza a hacer calor? Más que antes, digo.
Sé que se me están poniendo las mejillas rojas, porque noto el ardor en mi rostro. En un intento por disimularlo, giro mi cabeza ciento ochenta grados.
Aunque cuando Dani termina de mojarse la cara, hacemos contacto visual por el espejo.
Ah genial. Sencillamente genial.

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Cien Noches | YosoyPlex y Adridobylus
FanfictionDiez meses han pasado desde que se acabo la vuelta al mundo. Y diez meses, es mucho tiempo. Cuando Plex, Adri, Borja y Jopa comienzan a dar la tercera vuelta, no pueden olvidarse de su editora favorita: Alicia. PARTE II: OCHENTA DÍAS No es impresci...