Equipo Designación gigante

Todo el mundo quiere ser mi enemigo

K lo observó en silencio, su visor parpadeando con una mezcla de escepticismo y algo que podría haber sido respeto. No estaba seguro de si las palabras de Atom eran sabias o simplemente idealistas, pero algo en ellas resonaba, aunque fuera débilmente.

—Eres un caso perdido, Atom —dijo finalmente, cruzando sus brazos con un leve tono burlón para aliviar la tensión—. Pero supongo que siempre lo has sido. Has salvado ese drones pequeños cuando todo se estaba desmoronando.

Atom sonrió débilmente por su visor, agradecido por el intento de K de quitar peso a la conversación. —Y tú eres el cínico que todos necesitamos para no perder el piso. Supongo que hacemos buen equipo. Me alegra mucho tener a un corazón de melón de mi lado.
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K solo parpadeo por ese apodo algo tierno que dio este robot de combate.

— ¿Corazón de melón?— rio algo grave el corazón del murder dron y con una pata solo le da una pequeña bofetada en la nuca del pequeño— No me trates como un niño. Tengo muy tiempo activo.

Atom soltó una risa ligera, frotándose la nuca tras el golpe suave pero juguetón de K.

—¿Y quién dice que es un apodo para un niño? —replicó con un tono burlón, ladeando la cabeza mientras su visor brillaba con un toque travieso—. Quizá te lo ganaste por ser más dulce de lo que admites, aunque intentes ocultarlo bajo esa fachada de cínico endurecido.

K lo observó con una mezcla de incredulidad y diversión. Su visor parpadeó una vez, como si procesara la respuesta, antes de que un leve zumbido escapara de su núcleo. Era una risa, grave y corta, pero definitivamente una risa.

—No sé si eres un genio o solo un robot con demasiados bytes de optimismo —dijo finalmente, agitando la cabeza como si intentara descartar el apodo—. Pero está bien, "líder del escuadrón de los soñadores." Sigue así, y quizás algún día me convenzas de que el mundo no está completamente arruinado.

Ambos comenzaron a caminar hacia el resto del grupo, el aire todavía cargado con las emociones de lo que acababa de suceder. Mientras lo hacían, Atom echó una última mirada al lugar donde J había desaparecido. El recuerdo de sus palabras aún pesaba en él, pero también alimentaba algo nuevo: la determinación de seguir luchando por lo que creía, incluso si J nunca llegaba a entenderlo.

—¿Crees que ella volverá? —preguntó K de repente, como si la pregunta hubiera salido sin pensar demasiado en ella.

Atom mantuvo la mirada al frente, pero su voz era firme cuando respondió. —No lo sé, K. Pero no dejaré de creer que es posible.

Y con eso, siguieron adelante, dejando atrás el eco de lo perdido, pero llevando consigo la chispa de lo que aún podría ser encontrado.

— Ahora quiere ser tu enemigo.— dijo K quien parece conocer bien a J por guerras Muy sangrientas que ha peleado a su lado— Y bueno ella es..— Atom le interrumpió hablando con algo de respeto por la líder de los murder drones.

— Se que es capaz y fuerte, por algo es tu líder ante tantos androides robots. No es necesario que lo menciones. Ella es perfecta.— hablo siguiendo su camino hacia su grupo tomando su mano en su frente algo de dolor— No es la primera vez que alguien o una raza entera me declara su enemigo principal. Esto solo es rutina para mi.

K solo se quedo algo en silencio por lo que dijo Atom. Volteo a mirarlo con su unico ojo amarillo.

— ¿Una raza entera?— pregunto en un murmullo totalmente intrigado. Pero el pequeño no dio ni un solo suspiro en respuesta.

El silencio que siguió pesó en el aire, como una carga invisible entre los dos. K podía ver en el rostro de Atom, a pesar de ser un robot con solo un visor y una carcasa metálica, una expresión que mezclaba cansancio y resignación con un toque de vulnerabilidad por el tono azul melancólico que tiene en este momento. K se dio cuenta de que había tocado una fibra sensible, algo que iba más allá de lo que había conocido hasta ahora del pequeño líder.