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- Hablaré seriamente con sus padres, hacer escarnio de esa manera es prueba de su mala educación _indica el patriarca, tras ser informadormado de lo que había ocurrido recientemente.
En la elegante sala de estar de la familia, se hayaban de visita 3 jovencitas, testigos de lo que hacía pocos instantes había ocurrido entre la heredera más joven del hogar y aquellas 3 señoritas más.
- Si me lo permite, señor Levine, quisiéramos visitar a Aura _dice Silvia.
- Mejor que no, con lo engreída que es saber que vieron lo que ocurrió la pondrá peor... _comenta Othilia, con aquel rostro de sufrimiento que difícilmente abandonaría.
- Gracias por venir a contarnos, señorita Raimon _añade Camille_ Pero concuerdo con mi hija, Aura detesta dar lástima...
- Comprendo... _acepta Raimon_ será mejor irnos, chicas.
- Disculpe las molestias, hasta luego _se despiden Silvia y Celia, una detrás de la otra.
Las gerentes se retiraron del opulento hogar en silencio. Decidiendo mantener su acción en secreto por el bien de su, aún no entablada, amistad con Aura.
- Ahora mismo voy a cancelar su suscripción al club, haber donde las aceptan después de que yo lo diga _indica la mun3r buscando los teléfonos respectivos en su agenda.
- Nada ganas desquitandote con sus madres, Camille... _interviene su esposo_ yo me encargaré de esto.
Aquello la molesto un poco, pero ante todo debía conservar su porte de esposa.
- De acuerdo... _asiente.
- Esto era lo que quería evitar con el cambio de escuela, pero esperaba haberme equivocado _continua mientras mira a travez del gran ventanal_ No obstante hace que me ponga a pensar en todos los errores que cometimos en la educación de Aurora.
- ¿A que te refieres, esposo? _pregunta desde el sofá.
- ¿Me vas a decir que no lo sabes?, Aura es altanera, prepotente, y en cierto punto, clasista... su actitud rebelde hace que saque todos esos defectos a la luz _afirma mientras aprieta el puente de su nariz.
- Es lo habitual en una chica de sociedad, será el caso pero Danielle y Othilia no son diferentes a su hermana _continua Camille.
- Y si podemos corregir a una, habremos hecho un gran avance como padres. Creo que voy a extender mi decisión hasta ver a donde es capaz de madurar Aurora, después de esta experiencia tan cruda _decide antes de asentir con la cabeza_ Y quién sabe, sus hermanas mayores podrían terminar aprendiendo mucho de ella.
- No puedo objetar si es lo que has decidido... _responde de manera seria, era evidente su desacuerdo_ con permiso.
Respiró profundamente antes de salir de la habitación, su temple podría ponerse a prueba si seguía oyendo las palabras de su esposo. Camino con garbo por el pasillo mientras sus sirvientes trabajaban arduamente, hasta que notó la presencia de su hija mayor en la sala, como siempre, atrapada en una lectura.