Lughnasadh pasó y ahora Harry estaba preparándose para Mabon. Cada año preparaba algunas conservas saladas como verduras y carne en conserva, así como una curiosa conserva salada, agria y dulce que había aprendido de su vecina hindú, Chutney. Su receta favorita era una de mango con chile que usaba para untar en un queso brie al horno y le gustaba a la mamá de su mejor amigo, Ron. Molly Weasley siempre le pedía frascos de ese chutney, mientras Petunia prefería las mermeladas.
Apenas era en la primera semana de septiembre pero Harry siempre hacía sus conservas con antelación. Además, no era el único que hacia sus compras y preparativos con antelación, ya que los habitantes del pueblo eran más o menos parecidos a él en esto.
Mientras Harry terminaba de empacar sus conservas personales y apartar las que eran para venta, entro Severus Snape a su panadería. Harry había horneado algunas hogazas de miel, otras con nueces, unas cuantas con verduras. Le gustaba dar variedad a sus clientes.
—¿Tendrás una simple hogaza de pan de centeno? —Pregunto Severus al tiempo que colocaba en su charola una de las hogazas de miel.
—Si, están enfriándose. ¿Quiere esperar a que se enfríen o prefiere llevársela tibia, Señor Snape? —.
—Ahora es Prince y tibia—Mientras Harry envolvía la hogaza de centeno, Severus recordó que jamás le había dicho su nombre o apellido al chico—¿No recuerdo haberle dicho mi nombre o apellido? —.
Harry sonrió mientras le pasaba la hogaza envuelta y empezaba a envolver y marcar los panes y la caja de galletas que llevaba el Señor Prince en su bandeja—No, pero aunque este pueblo parezca grande, en realidad es muy pequeño. Parece que muchos de mis vecinos ya lo conocen y me hablan de usted—.
Severus sonrió, era cierto que varios vecinos ya le habían hecho la clásica visita de bienvenida al vecindario con tuppers llenos de comida y algunos no eran tan desagradables—Está bien. Supongo que puedes llamarme por nombre, ya que pienso quedarme a vivir en el pueblo bastante tiempo—.
Harry estaba recibiendo el total de la compra, unas 6 libras, al tiempo que le regresaba su compra ya empacada a Severus—Mismo trato. Puedes llamarme Harry y supongo que no necesito ocultar mi apellido, dado que ambos somos magos—.
Como no había nadie en la panadería más que ellos dos, Severus no sintió la necesidad de negar lo evidente—Entonces ¿No he sido discreto con mi magia? —.
Harry se rió—De hecho, eres bastante más discreto que la mayoría de los magos residentes de aquí. Todos los habitantes de este pueblo que no son mágicos, saben de nosotros. No es que lo hayamos buscado, los accidentes ocurren y como la gran mayoría sigue las practicas antiguas o alguna clase de religión pagana, que seamos mágicos con varitas reales y toda la cosa, no les parece extraño. Además, está el asunto de que muchos de nosotros se los informamos. No es como si nos creyeran al principio—Harry se encogió de hombros.
—Tambien está el asunto de esas leyes del ministerio que piden a los mágicos informar de su presencia si se van a quedar a residir en un pueblo—.
—Una de las pocas cosas positivas que dejó la guerra—Severus no contestó a eso.
—¿Y los vecinos de religiones más comunes como los protestantes o católicos?—Pregunto Severus y Harry se encogió de hombros nuevamente.
—Se han acostumbrado tanto a los paganos que no les sorprende la magia y lo toman como alguna cosa propia de esas religiones. Han aprendido a ser tolerantes y como todo a su alrededor se siente bien y protegido, no ven motivos para alterar ese orden. Supongo que si tuviéramos algún religioso intolerante, no sería lo mismo pero las barreras del pueblo no permiten la entrada de nadie que pueda hacer daño a los pobladores, ya sea físico o emocional—.

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Acebo Y Muérdago
FanfictionHarry Potter abandonó el mundo mágico a favor del muggle y ha vivido una vida tranquila, en un pueblito apacible en Escocia. Ha hecho una vida sin sobresaltos, cuando una persona viene a trastocar su mundo. Severus Snape, la persona nueva en el pueb...