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*Si no es mucha molestia comenten pliss y no sean lectores fantasma se lo agradecería mucho que comentaran en esta historia*
Capítulo siete: Los dragones hablan... y suscorazones también
Después de aquel intenso evento, Hiccup y Kaela finalmente llegaron a la aldea, montados sobre el lomo de Toothless.
La joven de cabello platinado se tambaleaba ligeramente, agotada por el sobreesfuerzo de las últimas horas.
Apenas el dragón aterrizó, Kaela intentó bajarse, pero sus piernas traicionaron su equilibrio, y casi cayó al suelo.
Con reflejos rápidos, Hiccup la atrapó antes de que se desplomara, sus ojos llenos de preocupación.
---¿Estás bien, mi lady? ---preguntó con suavidad, mirando el rostro pálido de la joven. Ella le respondió con una débil sonrisa.
---Sí, estoy bien... sólo necesito un momento ---murmuró, aunque la debilidad en su voz era evidente.
En ese momento, un potente grito resonó por el aire.
Estoico, con su imponente figura, corrió hacia ellos con una mezcla de alivio y orgullo al ver a su hijo a salvo.
---¡Hiccup, muchacho! ---exclamó con una carcajada poderosa que apenas podía contener su emoción.--- ¡Mi gran orgullo!
Hiccup, aún sosteniendo a Kaela, se giró hacia Toothless.
----¿Puedes ayudarla, campeón?----le preguntó al dragón, que asintió con un leve gruñido y una chispa en sus ojos.
---Por Kaela, lo que sea, jefe ---respondió Toothless, con una mirada tierna hacia la joven.
Con cuidado, el dragón oscuro sostuvo a Kaela con su pata delantera y la llevó hacia el interior de la arena de dragones, donde la acomodó en el suelo.
