Deseo que nunca duermas con la incertidumbre si aun sigues siendo suficiente para tu pareja. Deseo que nunca tengas esa necesidad de comprobar su fidelidad.
Deseo que tus ojos jamás se llenen de lagrimas al descubrir otra infidelidad
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La presencia de Alfredo en la puerta me paralizó por un instante. Pensé que lo había visto por última vez en la televisión, dentro de las rejas del Altiplano, pero ahí estaba, justo frente a mí, con una mirada tan desesperada como la que había visto en sus ojos cuando todo esto comenzó.
— ¿Qué haces aquí? — Le pregunté, intentando no mostrar el temblor en mi voz. La situación ya estaba fuera de control, y verlo ahora en persona me dejaba sin palabras.
— Tienes que ayudarme, Arianna. — Sus palabras, aunque firmes, se quebraron en medio de la desesperación. Podía ver cómo la tensión lo consumía. — Todo esto está dando vueltas, y no sé cuánto más pueda aguantar.
Mi cabeza daba vueltas. No podía creer lo que estaba pasando. Había creído que Alfredo estaba tras las rejas, y sin embargo, estaba ahí, en mi casa, pidiéndome ayuda. La confusión se mezclaba con un miedo palpable que no podía disimular.
— Alfredo, ¿cómo... cómo llegaste hasta aquí? — Pregunté, tratando de mantener la calma mientras mis pensamientos corrían en todas direcciones.
— Es una larga historia, respondió mientras se acercaba, mirando a su alrededor como si cada rincón pudiera ser testigo de lo que estaba pasando. Pero lo importante ahora es que la situación está mucho más complicada de lo que parece. — Pausó, y sus ojos se encontraron con los míos. — No solo Iván está en peligro, ahora todos lo estamos. Y lo peor es que lo que te dije antes... no es lo único que tienes que saber.
Mis ojos se agrandaron al escuchar sus palabras.
— ¿Qué más? — Musité.
— Todo esto tiene un precio, Arianna. — Dijo, bajando la voz. — La gente con la que estamos tratando no perdona. Si no actuamos rápido, no solo perderemos a Iván, sino a todos los que estamos relacionados con esto, incluido tú y yo.
El miedo que había estado ocultando, el mismo que me había acechado desde que tomé la decisión de involucrarme en todo esto, ahora salía a la superficie. Me sentía atrapada, en un laberinto del que no veía salida.
— ¿Qué propones hacer? — Pregunté, aunque sabía que no había muchas opciones.
Alfredo se acercó aún más, sus ojos reflejando una mezcla de desesperación y determinación.
— Tienes que ayudarme a contactar con Iván. — Dijo sin dudar. — Si logramos que hablemos con él, podremos hacer que todo esto se revierta. La información que tienes es valiosa, pero no suficiente si no logramos que Iván también hable. Necesito que lo entiendas, Arianna.
Mis manos comenzaron a temblar. Sabía lo que Alfredo estaba pidiendo. No era solo cuestión de darle una carta o información; lo que me pedía era entrar aún más en este mundo peligroso. Lo que implicaba contactar con Iván, quien estaba encerrado y rodeado de enemigos. ¿Estaba dispuesta a hacer eso? ¿O estaba ya demasiado metida en este caos como para poder salir?
El teléfono sonó nuevamente, y esta vez era Juan Carlos.
— Arianna, su voz se escuchaba urgente. — Lo que temíamos está sucediendo. Alfredo ha sido identificado, y las autoridades están tras su pista, otra vez. Necesito que tomes una decisión rápido. Si te quedas con él, todo lo que has hecho hasta ahora podría convertirse en una condena. Si no actúas, nos quedamos sin opciones.
El peso de sus palabras cayó sobre mí. La situación no era solo peligrosa, era mortal. No podía seguir tomando decisiones impulsivas, pero tampoco podía quedarme de brazos cruzados.
Colgué el teléfono y miré a Alfredo. Ya no había vuelta atrás.
— Lo haré. — Dije con una determinación que no sentía, pero que debía mostrar. — Haré lo que sea necesario para sacar a Iván, pero si esto termina mal, no voy a poder cargar con las consecuencias.
Alfredo asintió y sus ojos, por primera vez, parecían encontrar algo de paz.
— Gracias, Arianna. — Su voz era suave, casi agradecida. — Pero ahora necesitamos hacer un plan.
La noche se alargó mientras comenzábamos a trazar un plan arriesgado para contactar con Iván y obtener la información que necesitábamos. Pero a medida que avanzábamos, la sensación de estar caminando sobre una cuerda floja se hacía más palpable.
La pregunta que me atormentaba ahora era si, al final, sería capaz de salir de todo esto con vida.
Pero al mismo tiempo, algo dentro de mí sabía que ya no había forma de escapar.
Hola chiquillas ! Ya solo quedan algunos capítulos y bye a esta bonita historia ♥️. Obviamente, les tengo dos capítulos de regalo por navidad, así que tranquilas.
Les recuerdo que tenemos nove de Ovidio en mi perfil. (Próximamente one shots de los Chapitos en el perfil🫣).