Ochenta y uno.

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Narra Celia.

- Madre mía, gordo, me encanta. -

Beso sus labios y apoyo mi cabeza en su pecho.

Pablo había reservado en la azotea de una de las terrazas más emblemáticas de Barcelona para ver el encendido navideño. Era hoy sobre las siete de la tarde. - ¿Después podemos pasear por los puestos? - le pregunto porque no sé si estará muy cómodo con eso.

- Por supuesto mi vida. - sonrío por su forma de llamarme.

Un camarero nos trae unos refrescos y ya se apagan todas las luces de las farolas que hay en la ciudad. Sale el alcalde a uno de los balcones del ayuntamiento y desea feliz navidad a toda la población de Barcelona y a toda la gente que pasará por la ciudad en estos días.

- Guau. -

Quedamos los dos anonadados con lo bonito que se ve todo cuando encienden las millones de bombillas que adornaran las calles durante estos casi dos meses. - Es impresionante. - digo mientras miro todo bien. - Vamos, vamos abajo. -

Pablo me pasa la bufanda y me la coloco.

Cogidos de la mano, bajamos y vamos caminando por el paseo de Gracia.

Hay diferentes puestos navideños, pero me quedo mirando más de la cuenta uno. - ¿Te gustan? - me pregunta mi novio, que se había quedado mirando, como no, una competición de penaltis navideños entre niños. Eso había escrito en el cartel que había fuera de la pista.

- Si, son muy bonitas. -  digo mirando para el puesto de adornos navideños.

- Perdone. - Pablo llama a la chica que estaba metida en el puesto.

- Dígame. - la chica se da cuenta de quién es y sonríe.

- Quería dos, ¿cuál te gusta? - le digo que me gustaba el que tenía forma de bola y forma de copo de nieve. - ¿Se pueden personalizar? -

- Si. -

- Uno con el nombre de Celia y otro con el nombre de Pablo. -

La chica sale del puesto y vuelve unos minutos después con dos cajas. - Aquí los tienen. - nos los enseña y sonrío. - ¿Os gusta? -

- Mucho. -

Nos los mete en una bolsa de papel. - ¿Puedo pagar con tarjeta? - dice mi novio y la chica le dice que no tiene datáfono, pero que si aceptan Bizum. Por lógica mi novio no va a pagar así, por lo que saco mi cartera y los pago yo.

Automáticamente me llega a mí un Bizum. Es uno suyo por el importe de los adornos. - Pablo, ¿qué haces? -

- Quería regalártelo yo. -

No voy a empezar una discusión con él por el dinero porque sé que no vamos a llegar a ningún lado.

Paseamos de la mano y compramos diferentes dulces navideños y unos gorro a juego.

A las diez de la noche subimos a la azotea y cenamos.

Narra Gavi

Viernes 29 de noviembre de 2024.

Teatro de Liceo. Barcelona.

Gala 125 aniversario Fútbol Club Barcelona.

- Nos vemos patéticos. - dice Fermín mientras se pelea con el nudo de la corbata.

- Pues yo creo que nos vemos bien facheritos. - dice Lamine mirándose al espejo y haciéndose unas fotos frente a él.

Atracción (Pablo Gavi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora