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La mañana del viernes siempre era un día alegre en el instituto; el fin de semana al fin comenzaba y todos hacían planes, pero no lo era para Jess, que había recibido varios mensajes de Anne contándole las últimas noticias. La policía había ido a verla, la habían fichado y tendría que trabajar horas a la comunidad por el delito cometido. Ya nunca más podría optar a una beca y su madre, con quien vivía en la caravana, estaba furiosa porque hubiera tirado su futuro por la borda. Esa noche, Anne dormiría en su casa; eso no resolvería sus problemas, pero al menos podría escapar de su hogar durante unas horas.

Al fin llegó el final de clase y aprisa se dirigió a su taquilla para recoger sus pertenencias y fue en esta cuando se encontró a Jayden.

—Pareces cansada —añadió él.

—Lo estoy, Anne no lo está pasando bien.

—Si no quieres ir mañana al acuario, lo entenderé.

—No, no, iré, tengo muchas ganas, nunca he ido y me apetece, a pesar de que sé que el objeto principal es vigilar a tu hermana en su primera cita.

Jayden asintió y tras hacer un gesto con su mano, se despidió de ella. Más tarde, se encontraba con Alisa en el parking y condujeron a casa. La tarde, para las hermanas, fue muy diferente. Mientras Alisa grababa un directo probándose diferentes vestidos para una fiesta de esa noche, Jess hacía las tareas y estudiaba para el examen de bilogía de la semana que viene, hasta que llegó la noche y comenzó a preparar una pizza para ella y Anne.

—¿No debería haber llegado ya? —preguntó Alisa una vez se encontró con Jess. Ya iba lista para la fiesta; de nuevo se había rizado el cabello y vestía un ajustado vestido verde con mangas trasparentes.

—Sí, quedamos hace media hora, pero viene en bici. Le dije de ir a por ella, pero prefería pedalear y que le diera el aire.

—¡Me voy! Pasadlo bien y si me necesitas, escríbeme.

Jess asintió y ya a solas, miró su teléfono. No había ningún mensaje de Anne, pero sí de la entrenadora. Le comunicaba que había visto las cámaras de seguridad y vio como ellas y otras compañeras habían hecho el tonto durante la clase. Sabía muy bien a qué día se refería, a cuando cayó al foso del agua. Pero el mensaje de la entrenadora no terminaba ahí; como castigo ella y las demás chicas estaban citadas mañana a las nueve de la mañana para un entrenamiento exhaustivo.

No pudo evitar soltar una maldición. Iba a tener que cancelar los planes con Jayden...pero dejarlo solo vigilando a Claire no le parecía una gran idea, por lo que le pediría Alisa que fuese ella en su lugar y mientras esperaba a Anne, comenzó a leer los comentarios mal humorados de sus otras compañeras por tener que entrenar un sábado.

Una furiosa Anne salió de la caravana tras golpear la puerta fuertemente. Había vuelto a discutir con su madre y no le ayudaba en nada que le reprochase sus errores, quería ayuda, una manera de enfrentarse a su nueva vida. Pero por una noche quería olvidarse de todo y tras montar en su bicicleta, comenzó a pedalear. Tras dejar atrás el parking de caravanas siguió por una carretera que parecía más estrecha de lo que era debido al bosque que crecía a izquierda y derecha, con sus grandes árboles erguidos hacia delante que simulaban garras que quisieran atraparla.

Aprisa una furgoneta negra la adelantó para detenerse a pocos metros. El corazón le latió aprisa al tiempo que un escalofrío le recorría la espalda. Vio a un hombre bajarse; no podía ver nada de él, ya que llevaba un pasamontaña y tras dar media vuelta, comenzó a pedalear, mas no llegó muy lejos. De inmediato sintió un pinchazo en la pierna derecha y vio un dardo; concluyó que debía estar impregnado en algo, ya que comenzó a marearse. Tras caer, comenzó a arrastrarse, pero el hombre la cargó y la lanzó dentro del vehículo, después regresó a por la bici y tras lanzarla al interior, se marchó.

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2024 ⏰

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Amor en la mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora