OTOKO NO YOKUBO

2-Aidoru no uragiri

2-Aidoru no uragiri (La traición del idol)

**Renji**

Acaricio suavemente la espalda atada de mi pareja, el cual se estremece levemente dando un respingo por la sensación del frío roce de mis dedos entre sus ataduras, para comprobar que están perfectamente sujetas y no tener ningún incidente en mitad del acto.

-Inclínate más hacia delante, Byakuya...- mi pareja formal desde hace meses, Kuchiki Byakuya, amigo desde la infancia, acosador desde no hace mucho y novio obsesivo reciente, de pie, completamente desnudo en nuestro nuevo apartamento, se inclina hacia adelante, mostrándome sus prietas nalgas, haciéndome suspirar de placer. Le he atado completamente la parte superior de su cuerpo con las cuerdas rojas del shibari y sus muñecas a la espalda, para que no tenga ninguna movilidad que me impida tomarle. Uf...mira que ya hemos tenido sexo muchas veces con las ataduras desde que empezamos esto, pero me sigue impactando lo hermoso que es con sus expresiones de placer al notarse oprimido por el color rojo....

- ¿Crees que aguantarás en esta postura? - él asiente mirándome de reojo y yo carraspeo. –Bien...entonces no perdamos más tiempo...-

-Contigo nunca pierdo el tiempo, Renji- abro los ojos notando como me palpita el corazón al oír eso. –Disfruto mucho cuando me atas lentamente, como te aseguras de hacer todo bien para que yo disfrute, todos los minutos que derrochas en mí...me hacen feliz...-

-Joder...- me tapo la boca con una mano notando que me estoy sonrojando hasta las orejas y frunzo el ceño. Maldita sea...así no hay quien se ponga serio y rudo con él, es...un encanto...y cómo me pone de cachondo....

-Ah! - le hago gemir repentinamente cuando le engancho bien de las caderas al posicionarme tras él y se la meto hasta el fondo viendo como todo su cuerpo vibra por la intrusión. Mierda, mira que me he echado lubricante en la polla para que pasara más rápida, pero, aun así, es tan estrecho....

- ¿Duele? - él me niega con la cabeza y yo sonrío malicioso. –Sí, algo te duele, pero pareces disfrutarlo...-

-El dolor también forma parte del placer, Renji...- trago grueso cuando veo su gesto insinuante y provocativo.

-Dioses...te voy a follar tan fuerte que te dejaré las piernas temblando...- me inclino tras su espalda para susurrarle eso al oído y veo como su gesto se hace más desafiante aún.

-Mejor házmelo tan fuerte que me obligues a hincar una rodilla en el suelo- abro los ojos totalmente sorprendido y vuelvo a sonreír prepotente.

-Tú lo has querido entonces...- de nuevo agarro bien sus caderas, o más bien hundo mis dedos en sus prietas y suaves nalgas, notando como eso le gusta y más cuando empiezo a moverme de forma rápida e intensa tras él, moviendo nuestros cuerpos con unos embistes tan intensos que Byakuya jadea entrecortado a la vez que yo. Joder, me encantan estos polvos fieros y rudos con él atado de pie, sin ninguna sujeción salvo nuestros cuerpos unidos, erizándoseme el vello cuando veo que su polla está goteando entre las ataduras a estas alturas haciéndome sentir orgulloso.

-No...te cortes...ah...córrete en el suelo...-

-Aguantaré...como tú...- veo como aprieta los dientes cuando mi mano engancha su polla para masturbarle a medida que sigo embistiéndole y su rostro se torna tan hermoso por el placer que noto como estoy a punto de correrme.

-Ah...Renji...¡¡ah!!! ¡Renji!!!- cierro los ojos dejándome llevar por el placer de sentirme apretado por su ano, dentro del cual me corro mientras le sujeto con fuerza para que no se caiga hacia delante, viendo su expresión de asombro al tensar mis músculos contra su cuerpo aguantando su propio peso.