Atracción (Pablo Gavi)

Setenta y siete.

Narra Celia.

(+18)

- Cabeza y no te metas en líos,eh. - le digo a Pablo mientras se pone el abrigo del equipo y coge su mochila del sofá de mi casa.

Habíamos pasado la noche en mi casa y él cogía el autobús para irse al aeropuerto en media hora.

- Adiós mi amor. - beso sus labios y ya sale de mi casa con las llaves de mi coche en su mano.

Pasamos esta noche en mi casa y decidió llevarse mi coche.

Yo haría los arreglos de varios vídeos desde casa, mientras que Diego, Leo y Ainhoa viajaban a Galicia.

El lunes se hacía la presentación del primer capítulo y ya lo teníamos prácticamente matizado.

A las dos de la tarde me entra un WhatsApp.

Gavira🌹💕: Ya estamos en Galicia.

Paso parte del día con el ordenador y en la tarde me ducho y preparo todo para recibir a las chicas. Iban a venir Berta y María a ver el partido a casa.

Había llamado a el japonés que había debajo de casa y había pedido sushi principalmente.

Me tocan al timbre y creía que eran las chicas, así que abro la puerta de casa y vuelvo a sentarme en el sofá a esperar a que entren.

- ¿Celia? - no es ni la voz de Berta ni la de María.

Me levanto y me encuentro a Lara con una bandeja en sus manos. - Ay hola. -

- Había pensado en que si no hay problema, podríamos ver el partido juntas. -

Madre mía. - Eh...claro, pero estoy esperando por alguien más. -

- Oh. -

- Pero vamos, que puedes quedarte si quieres. -

- Gracias, si no es molestia. - niego un poco desconcertada. No sé muy bien qué decir. - Había pensado que podríamos hablar . He traído unas bombas de crema. -

- Claro, pero tendrá que ser después. -

Asiente y no me da tiempo a hablar más con ella ya que vuelve a sonar el telefonillo. Esta vez pregunto y si son mis amigas.

Madre mía la que se va a liar aquí.

- Pasad pasad. -

- Hemos traído un vinito. - Berta me enseña la botella y después de dejar los abrigos en el perchero que tengo en la entrada, pasan al salón.

- Hostia...¿Lara? - dice Berta cuando entra en la estancia.

María me mira.

- Hola Berta. -

- Estás... - la novia de Fermín está un poco alucinada.

- Un poco embarazada. - dice Lara mientras acaricia inconscientemente su tripa.

María no puede dejar de mirar para ella. - Eh...yo soy María. -

La cara de Lara se cambia y deja de acariciar su tripa. - Ah, eh, yo soy Lara. -

- Si, lo sé y creo que ahí dentro tienes a Laura, ¿no? -

Menos mal que María es maja y no una zorra vengativa, sino se habría montado la de san Quintín.

Lara se sorprende, al igual que hacemos todas. - Lara, no me caes mal, contra los sentimientos no se puede luchar y Pedri nunca llegó a quererme como te quiere a ti. - dice mientras se sienta en el sofá.