Le rouge et le noir

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Lum nunca había dormido tan bien en toda su vida.

Lum se sentó en la cama, no tenía ganas de levantarse, sólo quería estar ahí, junto a Roy, en la misma cama. Lum no se había puesto a pensar en que tal vez era muy pronto para que Roy y él durmieran en la misma cama, pero dados los acontecimientos relacionados a él teniendo un episodio donde había perdido el conocimiento, Roy le había cambiado el pañal una vez, (Lum sólo sabía de uno) y qué Roy lo había aceptado con su lado abdl, decidió que no le diría que lo dejara de hacer.

Lum se acostó nuevamente en la cama, y se acercó un poco a Roy, este estaba dormido. Lum pudo sentir su calma, su respiración tranquila, y su cara inexpresiva que tenía al dormir, y en ocasiones durante el día. Lum torció la boca, y se bajó de la cama, recordó que por su culpa Roy no pudo dormir en nueve horas, o algo así. Lum vió hacia abajo para ponerse zapatos, y se percató de algo: tenía puesto un pañal diferente que al de ayer.

Lum abrió los ojos, y volteó a ver a Roy, que seguía acostado. Lum se sintió algo raro de que eso pasara, pero una parte de él le agradeció por haberlo cambiado, es horrible dormir con un pañal tan mojado, es placentero, pero después de unos minutos, se pone gelatinoso, y muy frío, no es nada agradable dormir así. Lum suspiró, y volteó a ver a Roy, agradeciéndole con la mirada. Lum salió del cuarto.

Lum estaba de pie, frente a la puerta, del cuarto de Lum, de la misma manera que hace unas horas, caminó lentamente por el pasillo. Cuando estaba por llegar al final del pasillo, le pareció oír algo, un sonido leve, como de voces distantes, pero que cambiaban, empezaban hablando de algo que Lum no comprendía, pero se cortaban en medio del diálogo, y otras voces distintas empezaban a hablar, Lum reconoció esos sonidos después de un momento de oírlos, mientras seguía caminando: era el televisor.

Lum se confundió un poco al oír eso, Roy estaba en su cuarto, dormido, y Lum no la podría haberla prendido, él también estaba dormido hace poco. La otra explicación era que fuera Cris, pero Roy le había dicho que él no estaría todo el fin de semana, apeas había pasado un día. Lum continuó caminando hasta llegar al final del pasillo, ahí se recargó en el arco del pasillo, y miró a la derecha, pudiendo ver la isla de la cocina, todo estaba normal, pero un detalle faltante hizo que se le helara la sangre.

La televisión vieja que estaba en una esquina de la isla de la cocina, no estaba ahí, pero el cable que alimentaba de energía al televisor se estiraba por el piso, Lum, con la piel de gallina, recorrió con la mirada el cable, este recorría el suelo hasta la mesa frente al sofá de la sala de estar, ahí, sentado en el sofá, estaba una persona, era alguien, que no se le podía ver la cara, la tenía recargada hacia atrás, su cara se hundía en los cojines del sofá, sin embargo se podían ver unas gotas negras que el escurrían de los ojos, parecía rimel, esa persona había llorado, y mucho.

Tenía una botella de cerveza en la mano, estaba a la mitad, y al menos cuatro latas de cerveza alrededor del televisor, estaban todas aplastadas por el centro, y muchas latas más esparcidas por el suelo que Lum no pudo contar, gracias al pánico que invadió su cuerpo.

Lum bajó la cabeza, y vió su pañal, era de sus favoritos. No tenía pantalones puestos, él había pensado en que cuando Roy despertara, él lo vería con ese pañal puesto, sería como una prueba, se dijo Lum antes dw salir de la habitación de Roy, si en verdad lo aceptaba así, le seguiría el juego, y si no, pues... Lum no había pensado en eso. Volvió al presente, si esa persona levantaba la mirada, no importa que tan ebrio estuviera, distinguiría que llevaba puesto un pañal. Lum sintió como un poco de orina se filtraba en su pañal perfectamente seco hace unos momentos. Lum cerró los ojos, y sin saberlo, comenzó a correr, mientras pequeñas gotas de orina seguían saliendo, y siendo atrapadas por su pañal. Lum las sentía, pero por más que intentaba, no lo lograba evitar que salieran.

El diario de LumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora