Mención del DOTTSCARA 💀
Omegaverse.
Kunikuzushi.
O bueno, más bien conocido mayormente como Scaramouche. Un omega de actitud coqueta y confiada de sí mismo, todos caían ante sus encantos y juegos infantiles que utilizaba como arma secreta para conseguir lo que quería.
Y en este caso, lo que quería era a esos dos atractivos oficiales que no lo habían tratado hasta el momento nada más que un pátetico omega necesitado de atención.
Ninguno de los dos alfas parecía aguantar sus estupideces y parloteos estando encerrado en cuatro paredes de barrotes y metal oxidado. Pero bueno, no era su culpa que ellos estuvieran a cargo de vigilar su sector durante las 24 horas de los siete días de la semana.
Sin embargo, era consciente que solamente quería un poco de diversión con aquellos dos alfas, un polvo rápido. Después de todo sabía perfectamente que le pertenecía a su preciado alfa de cabellos turquesa, tenía su nombre tatuado en su muslo derecho, la tinta negra que destacaba en su cremosa y perfecta carne.
Sabía que aunque sonara estúpido y no muy creíble, tenía la esperanza que su alfa vendría por él tarde o temprano, a pesar que había pasado ya casi dos meses desde que había sido capturado por el oficial Kaedehara durante un asalto fallido en Inazuma junto con Dottore, quien al ser uno de los criminales más peligrosos de Teyvat logró escapar a tiempo ante que las patrullas llegarán, dejándole todo el cargo de las consecuencias a su omega. Dottore no parecía dar señales de venir por él, pero sabía que el alfa mayor siempre regresaba por él, planeaba sus ataques con tiempo y entrenaba a sus hombres antes de asaltar un sitio.
Además, Scaramouche reconocía que su alfa estaba muy ocupado con la organización que manejaba como mano derecha de la fundadora principal. ''Fatui Harbingers'', se conocía por donde vayas en cualquier sitio de Teyvat, era una mafia grande y peligrosa proveniente de Sneznhaya formada por alfas y uno que otro omega, no era frecuente encontrarse omegas por esas zonas. Las autoridades de las siete regiones iban detrás de todo crimen cometido por los Fatui, sin embargo ninguno había logrado ser capturado... hasta cierto omega que la cagó de una manera muy estúpida en Inazuma.
Heizou rodó sus ojos con cansanció mientras volvía a escuchar la irritante voz del omega de cabellos índigos que estaba casi semi-desnudo por los viejos y desgastados trapos que utilizaba como ropa. Era el único que no llevaba el uniforme correspondiente que los criminales dentro de la cárcel utilizaban.
Ya que cuando lo tenían en la prisión y estaban por colocarle el uniforme al omega, este empezó a ponerse agresivo diciendo que el naranja no era su color, por lo que sin última opción el alfa de cabello rojizo lo amenazó en utilizar el uniforme o algo peor... trapos desgastados. Obviamente Scaramouche no lo pensó y se decidió por los trapos, era muy ingenioso con la ropa y se las terminó arreglando utilizando aquella tela degastada como un camisión desgarrado en la cadera y que por alguna razón, ante los ojos de los alfas que rondaban por ahí, el omega se veía jodidamente sexy con aquella tela apretando sus perfectas curvas y dejando expuestos sus esponjosos muslos al aire libre.
Kazuha se rió entre dientes mientras observaba a Scaramouche frotándose contra los barrotes en un intento de captar su atención. El omega parecía tan adorable e inofensivo, como un niño pequeño. Era difícil creer que este fuera el omega de un criminal peligroso, lo que lo convertía también en un delicuente con potencial que habían capturado.
—Míralo, Heizou, ¿No te dan ganas de entrar y jugar con él? — preguntó con sorna el albino con una sonrisa divertida mientras miraba de reojo la expresión incrédula del pelirrojo.
