Digno

Capítulo -3: Culpa.

-¡Cállense, que solo son un montón de hoja lata oxidada y un enano de cuatro ojos! -les gritó Bills—. ¡Ni al segundo lugar llegaron!

La expresión del Supremo Kaiosama del universo 3 era digna de una fotografía. Estaba más que indignado por el insulto de Bills.

—Por lo menos mi universo goza de una categoría superior a la de usted y puedo asegurar que la inteligencia es existente en nuestro universo y en sus dioses, y no nula como en el suyo —respondió Ea.

—¿Qué esperanzas? —cuestionó Kurú con mofa—. Un dios de la destrucción que solo duerme y un Supremo Kaiosama elegido como la última opción. Nada bueno sale de ahí.

"La última opción"

Ese comentario causó en Shin un sentimiento difícil de comprender. Claro, si solo era el Supremo Kaiosama del universo 7 por ser el único que sobrevivió a los ataques de Majin Buu. Ni siquiera era una opción para Supremo Kaiosama.

—Yo no me atrevería a abrir la boca, cuando la diferencia entre su Dios de la destrucción y el mío no es tan llana —comentó Shin.

Bills a su costado quedó asombrado. Era la segunda vez que su Supremo Kaiosama se defendía. La primera vez fué en medio del torneo Zen de exhibición.

—¿Yo?, ¿Compararme con Bills? —cuestionó Quitela con burla para luego reírse—. Pero si su universo es el circo de la creación.

—Y tú el mejor chiste que se cuenta en cada función —le respondió Bills.

—¡¿Qué dijiste?! —le preguntó Quitela enojado.

—¡Lo que escuchaste, rata orejona! —le gritó Bills.

Quitela comenzó a acercarse embravecido, Bills hizo lo mismo, quedando ambos dioses cara a cara en medio de la sala.

—¡Gato escuálido! —le gritó Quitela.

—¡Roedor de alcantarilla! —respondió Bills.

—¡Suficiente! —la exclamación del Gran Sacerdote los hizo detenerse de un brinco para mirarlo—. No es ni el momento ni el lugar adecuado para una discusión de tal índole —su voz sonó grave.

Ambos dioses agrandaron la mirada e hicieron reverencia ante el Gran Sacerdote.

—Le ofrezco mi disculpa, no-no-no fué mi intención —tartamudeó Bills aún en reverencia.

—Sí eso —apoyó Quitela con el mismo o tal vez más temor que Bills.

—Pero que total falta de respeto ante la presencia del Gran Sacerdote —comentó Iwen.

—¿Qué se puede esperar de universos así? —apoyó Liquir.

—Una total vergüenza, diría yo —agregó el Dios de la destrucción del universo 10.

—De diez discusiones, en nueve tiene que ver el idiota de mi hermano —comentó Champa con cierto disgusto.

Bills solo gruñó.

—Exactamente —de nuevo Shin sorprendió a Bills—. Él, no yo ni mucho menos mi universo. Así que les pido se abstengan de malos comentarios hacia mi persona y les pido respeto, porque en este caso no he sido el que ha faltado al respeto a ningún universo.

—Con todo respeto, universo siete, pero tú Dios es un inútil, bueno para nada, y tú un Supremo Kaiosama bastante deficiente e ignorante de muchas cosas básicas que nosotros como Dioses de la creación debemos estar al tanto —señaló Kai—. Y no lo digo como una ofensa, lo digo como una realidad.