09

98 10 5
                                        

Cuando llegue a la puerta principal de la biblioteca y mis pulmones luchaban por atrapar oxígeno, me adentre rápidamente y entre el aroma de los viejos libros, pude reconocer el de Minji. La encontré al final de la biblioteca, en un viejo escritorio. Tenía la mirada en el libro y su mano golpeaba repetidamente la punta de su bolígrafo en el cuaderno.

En un momento Minji levanto la mirada y me encontré con sus ojos que pronto se llenaron de preocupación.

¿Haerin? – se levantó y se acercó a mí con rapidez, tomo mi rostro entre sus dulces manos – ¿estás bien?

Y entonces todo se volvió abrumador, su aroma envolviéndome hacia que mi cuerpo se debilitara, su tacto era tan dulce que casi me hace llorar y solo comprendí cuanto la anhelaba cuando al escuchar su voz, me sentí tan aliviada.

No podía entender, ¿Por qué me sentía así?

¿Por qué necesitaba tanto a Kim Minji?

Yo, estaba preocupada – puse mis manos sobre las suyas que aun sostenían mi rostro y acariciaban mis mejillas – Hanni me dejo que estabas aquí.

Retiro sus manos y miro hacia los libros en el escritorio.

Tengo que estudiar – me miro y pude ver sus ojos cansados.

Sabía que no iba a darse un descanso, aunque le rogara que lo hiciera. Así que solo asentí y le di una sonrisa suave.

¿Haz comido? – la llevé de nuevo a su asiento y me senté junto a ella – ten, bebe esto – le di mi leche de plátano extra.

Minji la tomo y pude ver como sus ojos se iluminaban nuevamente.

Gracias – me dio un apretón de manos – comí un sándwich de pavo que Hanni me dio – hizo una mueca de asco – demasiados vegetales.

Los vegetales son buenos para la memoria – tome uno de los libros que tenía apilados sobre la mesa – deberías comer verduras hasta que sea día de tu examen de colocación.

Ella negó rotundamente con un puchero.

Prefiero perder la memoria – se acercó a mí.

Me tomo de los hombros y me posiciono para que quedara sentada frente a ella, tomo el libro que llevaba entre mis manos y lo puso en la mesa. Tomo mis manos y las puso en su rostro, sentí la suave piel de sus mejillas contra las palmas de mis manos.

¿Qué es esto? – sonreí, era gracioso ver su cara entre mis manos me recordaba a un oso pequeño.

Siento que hare corto circuito en cualquier momento – se acercó más, a tal punto que nuestras narices casi se rozan – me gusta tu olor – susurro.

Jadee un poco ante la sensación de su aliento contra mi piel, la menta de su aliento se mezclaba con su creciente aroma a pino. En medio de mi aturdimiento pude sentir sus feromonas, estaba cansada y estresada.

No haz descansado, ¿verdad? – volví a acuñar su rostro entre mis manos – te estas excediendo Minji.

No dijo nada, solo acerco su rostro a mi cuello, justo donde expedía mi aroma y donde los omegas son marcados. Se retiró y me miro a los ojos.

Solo necesito – miro mi cuello y luego a mis ojos - ¿puedo?

Sabia a lo que se refería, así que simplemente aparte mi cabello y expuse mi cuello, Minji me levanto hasta sentarme en su regazo y me abrazo por la cintura. En cuanto hundió su rostro en mi cuello inhalo profundamente y poco después exhalo suavemente, me reí ante ello.

Da cosquillas – admití y la escuché reírse. Acaricie su cabello y su espalda – ¿te sientes mejor?

¿No te incomoda? – sentí la vibración de su voz en mi cuello.

Skyfall CatnipzWhere stories live. Discover now