Estación Cuatro, Distrito Doce, Año 1603
Jayden Hendrix
"Nunca subestimes la fuerza de tu enemigo; su furia, aunque parezca una bruma, puede llegar a ser letal."
El cazador se mueve con una seguridad implacable, escaneando cada rostro en la sala con una mirada cargada de desafío y desdén. Sus ojos fríos reflejan una mezcla de desprecio que intimida a todos. Nadie osa moverse; es como si incluso el aire estuviera congelado, y el silencio es tan pesado que puedo escuchar el latido acelerado de mi propio corazón. Un escalofrío recorre mi espalda al pensar en la situación en la que nos encontramos: la única salida está bloqueada, y aunque las ventanas ofrecen una ruta al exterior, nos encontramos a tres pisos de altura. La caída no es lo que más me aterra; el verdadero desafío es encontrar la manera de distraerlos, de idear algo lo suficientemente astuto para obtener el tiempo que necesitamos para escapar. La tensión en el ambiente se vuelve casi tangible, cada segundo se alarga, torturándome, mientras el peligro inminente nos rodea.
Entonces, una anciana, temblando de desesperación, decide arriesgarlo todo. Se mueve lentamente hacia la puerta, con la esperanza de escapar, pero su intento termina en tragedia. Una flecha lanzada con precisión por uno de los cazadores atraviesa su pecho, y su cuerpo cae inerte al suelo. Su muerte desata el caos; el miedo se convierte en pánico, y la gente empieza a correr hacia la puerta en un intento desesperado de huir. Pero la multitud se atropella, los gritos de dolor llenan la estancia, y aquellos alcanzados por las armas envenenadas con plata caen al suelo, inmóviles, sus rostros deformados por el sufrimiento. Mi padre intenta calmar a la gente, su voz resuena fuerte y firme, pero nadie le escucha. En medio de esa confusión, veo una oportunidad. Sin perder tiempo, tomo el brazo de mi madre con fuerza y la guío hacia una ventana que da al oscuro y profundo Bosque Eberdel. Si logramos cruzarla, podríamos escondernos en la penumbra del bosque, lejos de esta masacre y de aquellos que buscan nuestra destrucción.
Mi madre me sigue sin dudar, sus ojos reflejan una mezcla de miedo y determinación. Ambos comprendemos que esta podría ser nuestra única oportunidad. Mi padre, al vernos, corre hacia nosotros, pero el peso de la responsabilidad lo hace detenerse y mirar la escena con desesperación. A nuestro alrededor, los cuerpos comienzan a amontonarse en el suelo de mármol, y charcos de sangre se extienden, reflejando el titilar de las antorchas que llenan la estancia de un resplandor siniestro.
—Debes irte, mi luna —le dice mi padre a mi madre, su voz cargada de una tristeza infinita, mientras veo el dolor reflejado en su rostro. Siento que el pecho me arde con una mezcla de angustia y frustración. No quiero dejarlo.
—No... no —murmuro, mi voz apenas un susurro, pero él me toma de los hombros y me obliga a mirarlo, su rostro endurecido por la decisión que ha tomado.
—Escucha, Jayden. Tú y tu madre son lo más importante para mí. Pero no puedo abandonar a mi gente. Un rey nunca deja a su pueblo a su suerte.
—¿No entiendes? ¡Te matarán! —grito, mi voz quebrándose por la ira y la impotencia. Por primera vez, veo una lágrima recorrer su mejilla, una lágrima que cae con un peso que parece infinito.
—Es mi deber. Algún día lo entenderás —me dice, su voz tan suave como firme. Me da un beso en la frente, un gesto que en otras circunstancias habría sido reconfortante, pero que ahora me llena de rabia y desesperación.
—Prefiero no entenderlo si eso significa acabar muerto como tú, padre —respondo, con un dolor desgarrador en cada palabra.
Me mira con una tristeza que me consume el alma, y, herido, me vuelvo hacia la ventana mientras lo veo abrazar a mi madre por última vez, como si le estuviera prometiendo regresar. Pero ambos sabemos la verdad: la cantidad de cazadores es demasiada. Ni siquiera un rey entre los hombres lobo podría sobrevivir a este ataque.

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✨ Noches de Luna y Deseo ✨
WerewolfEn el silencio latente de la manada, donde el poder fluye con la misma intensidad que los secretos guardados, se teje una historia de deseos incontrolables y destinos entrelazados. Desde el momento en que sus caminos se cruzaron, su conexión fue inn...