Luna Llena De Amor

19. Chass

La adrenalina me consume y juro que en ningún momento siento miedo. Solo siento muchas ganas de pelear, creo que mi instinto sabe que estoy en peligro o algo así.

Así como hice volar a Emersson por los aires con apenas un mínimo esfuerzo, así mismo ella vuela incontables veces.

Y es que es muy grande, pero eso no me impide pegarle un puñetazo cuando intenta morderme, intenta arañarme con sus patas que pesan mucho.

Logra botarme al suelo e intenta morderme.

—Hasta crees, chiquitita.

Le truenan algunos huesos cuando alzo las piernas y se las envuelvo en el cuello, apretándolo.

Suelta un chillido y yo una carcajada, nunca pensé que disfrutaría tanto el hecho de pelear de esta forma. Es terapéutico.

Intenta botarme y me estampa contra un árbol, siento el crujir de algo y luego una punzada muy fuerte de dolor en un costado del cuerpo y en la cabeza.

Respiro agitada.

Me hace un arañón en la pierna y logra sacarme sangre, pero me paso la mano y... la lamo.

La maldita perra abre mucho los ojos y se me viene encima, al parecer dispuesta a morderme, pero me agacho y le rodeo el cuerpo con los brazos.

La fuerza de mi misma sangre que acabo de beber me hace apretarla tan fuerte que escucho cada una de sus costillas crujir. Se retuerce de dolor entre mis brazos y tengo que ejercer mucha fuerza para que no me domine.

Casi logra hacerlo.

El olor de los demás se acerca y... no. No permitiré que me saquen de aquí sin terminar lo que comencé.

Lanzo a la loba hacia un lado y ella chilla, se revuelca de dolor e intenta levantarse, pero yo no hago más que agarrarle el hocico con ambas manos y partírselo.

Mis ojos arden y las venas me duelen. Se me ensanchan las fosas nasales cuando veo sangre brotar de su hocico y de varias partes de su cuerpo.

Yo misma no había notado el hecho de que estoy empapada de líquido rojo y que apesto a su maldito y feo hedor.

Yo tengo varios arañazos en el cuerpo, pero a pesar de que me arden, no puede importarme menos y siento como se sanan rápido.

Sé que ella puede sanarse rápido, así que mis manos hacen una maniobra y mi magia la envuelve, haciendo que chille de dolor y que se estire buscando aire, porque le estoy ejerciendo mucha presión a su cuerpo, como para quebrarle los huesos.

Sonrío cuando escucho el crujir de algunos de ellos y me agacho a su lado. Mi cabello cae a ambos lados de mi cara y me paso la mano por la frente manchándome de sangre en el proceso.

—Admito que... no tuvimos mucho tiempo para conocernos.—le digo, sonriendo tanto que hasta tiemblo de adrenalina—Pero, bueno, espero que tu sangre me sirva de algo.

Le pongo la mano, agarrándole el hocico y con mis piernas sostengo sus patas delanteras para que no me arañe.

Estoy a punto de clavar mis colmillos, pero siento que alguien me toma por detrás y me levanta. Otra persona quita a la loba de mi poder y yo tomo a la persona que me sostiene, lanzándola lejos de mí para poder ver quién diablos es.

Entonces, veo a Emersson solo con un boxer puesto, quien se estrella contra el suelo del bosque, se levanta y viene hacia mí otra vez.

Algo doloroso se remueve dentro de mí, pero solo lo veo de arriba a abajo para ver si está bien y me giro.